Capítulo 62. Parte 5
Antonella:
Llegamos al frente. Diego me mira y sonríe. Le devuelvo la sonrisa. Enzo se detiene a esperar a Cinnia, y yo me coloco al lado de mi amor. Él me toma la mano, y de pronto siento una mano pequeña en la otra. Miro hacia abajo y veo a Marcus.
«¿Cuándo llegó aquí?»
No le doy importancia, pues se ve tan guapo y elegante en su esmoquin que no desentona en absoluto.
Miro al fondo del salón. Cinnia viene del brazo de su padre. Ella es hermosa, siempre dije que parecía una modelo, y ahora la veo caminar como si estuviera en una pasarela. Creo que estoy viendo mi sueño hecho realidad.
El padre la deja junto a Enzo. Me pregunto si estamos bien colocados.
—Amor... movámonos —le murmuro a Diego.
—No lo creo, estamos bien aquí —me responde en el mismo tono.
Me encojo de hombros y no insisto.
De repente, el juez comienza su monólogo sobre el amor, la fidelidad, la confianza y esas cosas que, siendo sincera, me aburren un poco. No presto mucha atención. Al fin y al cabo, no soy la novia.
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