Capítulo 26. Parte 1
Antonella:
A pesar de que Marcus en este momento está sonriendo, no puedo dejar de recordar el episodio vivido en el salón de clases con esa mujer que se hace llamar madre. Lamento tanto que el pobre chico tenga que sufrir por el desinterés de Ambra, como si no tuviera corazón. Nada con respecto a Marcus le importa, tal como lo ha dicho Diego. Es real lo que pasa en esa familia y lo he visto en vivo y en directo; sin embargo, aún no puedo creer que existan mujeres con tal nivel de apatía, a las que no les duele herir al prójimo, en este caso a su propio hijo. Y lo que es más extraño, Marcus es producto de un amor verdadero.
«Un amor que ahora es mío... —¡Deja de marcar territorio!»
Al ver sus ojitos aguados, no dudé ni un solo instante en aventurarme en autobús con Marcus al parque de diversiones. No me hubiera importado pasar horas viajando con tal de darle un poco de cariño y atención a este chico que he llegado a querer, no por ser el hijo de Diego, sino porque es un niño que se da