Capítulo 25. Parte 5
Antonella:
Me pongo a reflexionar y me pregunto en qué momento no tuve la magnífica idea de alertar a Diego. Pero mi excusa son, sin duda, los nervios que me provoca esta mujer: saber que estoy con su esposo, que voy a salir —o mejor dicho, pensaba salir— a divertirme con su familia —después de esta visita— lo dudo. En el fondo, siento que quiero robarme su familia solo porque la mía es una mierda, y los De Luca son todos encantadores. Sacudo la cabeza para apartar, si es que se puede, tanta estupidez, porque sí, soy una mujer casada que está involucrada con un hombre comprometido que no es su esposo, y sí, adoro a su hijo. Y aunque lo que hago se ve feo, sé que no estoy haciendo daño. Al contrario, estoy salvando a muchos: a Diego de estar con una loca, a Marcus de estar con una madre que no lo quiere, a Bruno de estar con una mujer que jamás ha amado, y a mí misma. O sea, soy una heroína.
«Super Woman»
—Papá, ¿ya nos vamos al parque? —cuestiona Marcus entrando al salón. Me pongo las