Capítulo 22. Parte 5
Antonella:
Entre beso y beso nos ponemos a cocinar juntos. Él me ha prohibido vestirme; solo llevamos un delantal de cocina puesto. Cada vez que se da la vuelta, veo sus firmes glúteos...
«¡Papacito! Controlate, Antonella»
Almorzamos lentamente, conversando de todo un poco, para luego salir a caminar por la playa. Él se pone un traje de baño y yo un bikini, y aunque es una playa privada que solo da a su casa, es mejor no estar desnudos, ya que nunca falta un chismoso por ahí. Nos metemos a nadar, jugamos en el agua y puedo decir que es maravilloso estar así con él; no quisiera que esto se acabara jamás.
—¿Vamos a tomar sol? —propone, y en completo silencio, tomados de la mano, nos acercamos a las toallas que habíamos dejado sobre la arena.
Me pongo boca abajo para broncear mi espalda. Él, muy lindo, hace lo mismo, para luego mirarnos como bobos y sonreír por todo y nada—. Te pondré protector en la espalda —dice de repente.
—Pero quiero broncearme, estoy demasiado blanca —digo.
—Con el