Decisiones peligrosas (2da. Parte)
La misma noche
Málaga
Iván
Admitía que una parte de mí quería mandar todo a la mierda e irme lejos con Camila. Pero otra… esa que aún me reclamaba justicia por la infamia contra mi madre, quería venganza a toda costa. Necesitaba pruebas. Hundir a doña Beatriz. Tenía el corazón dividido.
Lucas tenía razón: en esa celebración del restaurante de Andrés iban a estar las amistades de la familia Del Valle. Tal vez allí encontraría la llave de la caja de Pandora.
Resoplé, con la cara todavía de entierro, y solté lo primero que se me cruzó por la mente, cruzándome de brazos:
—¿Y crees que ese hombre: Miguel Alcántara, hablará conmigo porque se lo pido? —pregunté con voz áspera—. ¿De verdad crees que querrá tener de enemiga a doña Beatriz?
Lucas apoyó la espalda contra la pared y me lanzó una sonrisa torcida, mitad paciencia, mitad reproche:
—Intentar no cuesta nada. Y si su conciencia lo permite, puede ayudarte.
Fruncí el ceño.
—Lucas, eres demasiado optimista o demasiado ingenuo.
—Ni lo uno