KAESAR:
Había salido de la habitación de Kaela para escapar del instinto de someterla allí mismo. ¡Era mi Luna, la pareja destinada a mí por la Diosa Luna! ¿Cómo se atrevía a amenazarme con rechazarme y estar con otro lobo? Eso era más de lo que podía soportar en calma. Me alejé por el pasillo hacia la habitación donde me había indicado que estaba mi Beta; necesitaba escuchar sus sabias palabras o me olvidaría de todo, le daría el control a Kian y me la llevaría a la fuerza.
—No debemos dejar que nos rechace, Kaesar —escuchaba a Kian furioso en mi cabeza. No hay cosa peor para un lobo que sentirse rechazado—. Ella tiene que respetarnos, aunque sea una Alfa Real como nosotros. No toleraré más faltas de respeto de la humana de Laila.—Cálmate, solo está asustada y confundida; ya viste que estaba empeza