KAELA:
La luz de la luna bañaba la escena frente a mí con una claridad espectral, donde cada sombra parecía cobrar vida con la esencia de historias no contadas. Nina, con sus ojos moviéndose rápidamente, esperaba mi reacción.
—Nina —la llamé, deseando entender la profundidad de su presencia todavía en mi manada—. Pensé que te habías marchado. ¿Qué haces aquí? Eres una Arteona, deberías ir a ver qué sucederá con tus padres.—¿Qué sucedió en la batalla? ¿Ganaron o perdieron los Arteones? —preguntó con un hilo de voz.—¿Crees de verdad que si ellos hubieran ganado estaría aquí? ¿Por qué no me dijiste que tu alfa me quería para él y que planeaba atacar a Kaesar? —pregunté, mirándola furiosa. Si hubiera hablado a tiemp