La mañana siguiente despierta con una extraña mezcla de ansiedad y dulzura.
Clara abre los ojos y encuentra a Ava profundamente dormida a su lado, con la boca entreabierta y un mechón de cabello rizado pegado a la frente. La observa unos segundos, dejando que su respiración acompasada calme la tormenta que le ruge dentro del pecho.
El recuerdo del beso con Ethan la golpea con la fuerza de una ola en pleno rostro. Ha sido real. Intenso. Demasiado. Acaricia sus labios con la yema de los dedos y suspira, sintiendo cómo una corriente la recorre de pies a cabeza.
Ella sintió ese beso como si fuese mágico. La había hecho revivir todo lo que habían pasado cinco años atrás, solo para darse cuenta de que sus sentimientos por Ethan no habían muerto, sino todo lo contrario, estaban ahí latentes, ella solo los había ahogado y ahora, estaban abriéndose paso hacia la superficie.
Ella baja a la cocina con pasos cautelosos. No sabe si él estará allí. No sabe qué decir. Pero cuando entra, lo ve junto