En la fiesta, Nadia estaba rodeada por un grupo de hombres. Todos estaban sorprendidos de que Indira tuviera una "hermana" tan hermosa, así fue como la habían presentado ante todos. Además de los sinceros elogios, por supuesto no faltaba el hombre mujeriego, el cazador de mujeres hermosas.
—Nadia, ¿te gustaría tomar una copa conmigo? —invitó.
«Si bebo de su copa, podría desmayarme. Quién sabe qué le habrá puesto a la bebida», analizó Nadia.
—Nadia, ¿te gustan los viajes en crucero? ¡Tres días y dos noches, muy felices!
«¿Tres días y dos noches? ¿Estará hablando de una fiesta sexual en un crucero?», Nadia meneó la cabeza.
De pronto, Indira se aproximó a su prima.
—Lo siento a todos, mi hermana no puede beber —Indira puso su brazo alrededor de los hombros de Nadia y le entregó un vaso de agua, colocándolo en la mano de Nadia.
Nadia se sorprendió por su repentina amabilidad. Ella fingió oler el agua casualmente y no encontró ningún olor extraño. Entonces ella tomó un sorbo.
Ella no sabía