C182: Tú estuviste ahí cuando más lo necesitaba.
Nadia mantenía la mirada baja. Por más que quisiera, no podía sentir alivio ni satisfacción por todo lo que estaba ocurriendo; en el fondo, lo único que le provocaba era tristeza. Aquella no era la justicia que ella había imaginado alguna vez. No deseaba ver a su familia destruida, mucho menos a su tío tras las rejas.
—Yo nunca quise esto, Rowan. De verdad, no quería que mi tío terminara en la cárcel. Hubiera preferido que, de alguna manera, él mismo se diera cuenta del daño que estaba haciendo, que lograra entender lo equivocado de todo. Pero no hubo forma. Jamás escuchó, nunca cambió… ni dejó de verme de esa manera.
Rowan la observaba con atención y no la interrumpió. Ella levantó la vista y sus palabras se volvieron aún más íntimas, como si confesara un secreto.
—Mi tío estuvo siempre enamorado de mi madre —expuso con dificultad—. Pero ella eligió a mi padre, su propio hermano menor. Y creo que él nunca pudo superarlo. Jamás aceptó verla como su cuñada. En su mente, solo existía la