Scarlett Allen siempre debió ser la mujer perfecta y tomar decisiones que no afectaran la imagen honorable e intachable de su familia. Su padre estaba relacionado con la política y en tiempo de campañas y elecciones todo tenía que ser perfecto, pero el destino suele ser caprichoso... Luego de encontrar a su novio con su amante todo fue cuesta abajo en su vida. El inicio de una depresión la condujo con sus amigas a Las Vegas. Un fin de semana con amigas, casino, discoteca y compras podría animarla. Ya había llorado suficiente por su ex. El problema es que no siempre todo lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas y eso fue lo que sucedió cuando fue capturada por la prensa entrando al hotel con alguien desconocido. Marcus Ferguson no era famoso, era un simple trabajador de la construcción, o al menos eso era lo que muchos creían. Una despedida de soltero lo llevó a Las Vegas y una noche de pasión cambió su vida. Lo mejor para no dañar una imagen, el matrimonio. La mujer rica, con el hombre humilde, ¿Qué podría salir mal? Los acompaño a leer ésta historia divertida de un amor políticamente incorrecto, espero que les guste.
Ler maisSCARLETT ALLEN
Nací en cuna de oro, en una excelente familia intachable. Mi padre Nicholas, alguien ultra conocido por sus vínculos políticos y futuro alcalde de Washington DC.Encontrar mi lugar en el mundo no fue tan sencillo. Mi sueño era ser cantante, me imaginaba cantando en un escenario y que miles de personas cantaran mis canciones. Estudié canto y me preparé para ser una estrella, pero no fui amada por el público.Soy una mujer hermosa de piel clara y cabello castaño oscuro. Mis ojos son verdes, del mismo color que los de mi madre. Soy alta, delgada y con curvas hermosas. Gracias a mi belleza y elegancia las mejores marcas quisieron que fuera el rostro visible de ellas en los anuncios publicitarios. Fracasé como cantante, pero después triunfé como modelo desfilando en las mejores pasarelas y vistiendo prendas costosas de los mejores diseñadores del mundo.En uno de los desfiles conocí a Mauro Bennett, un cantante súper famoso. Él era compositor y además había hecho colaboraciones hasta con cantantes de bachata. Tenía un estilo único que lo hacía brillar en cualquier estilo y género. El público lo amaba.Cuando lo vi sentí las famosas mariposas en el estómago, mi corazón acelerado y al hablar con el descubrí que teníamos mucho en común. Conocí con él que el amor a primera vista existe. Una sonrisa adornaba mis labios al pensarlo y un brillo en mis ojos al hablar de él. Creía que podríamos tener un gran futuro juntos.Comenzamos a coincidir en más eventos y después a vernos en sitios muy reservados. Él quería algo privado y yo lo entendía perfectamente, la prensa lo perseguía a cada sitio que iba. Yo también daba de que hablar y marcaba tendencia, imposible de negar. No solo era bella, sino que también la gente me conocía mucho gracias a mi padre y por los comerciales.Si quería tener un amor bonito debía conocerlo en privado. Tuvimos citas poco convencionales y luego iniciamos nuestra relación al descubrir que teníamos demasiadas cosas en común. Cada vez que el me besaba me sentía en el paraíso y cuando sus manos me acariciaban creía que mis piernas dejarían de sostenerme. Él era el hombre de mi vida, mi amor real. Nunca nadie había producido tantas sensaciones en mi.Nuestras citas acabaron también convertidas en encuentros sexuales apasionados. El fue mi primer hombre y quería que fuera el último. Mauro era perfecto, piel bronceada, cabello negro, ojos azules casi metro noventa y un cuerpo tallado a mano por los mismos dioses, lo que significa que siempre se ejercitaba.Mis amigas Lía y Judith sospechaban de Mauro. Se que nunca lo aprobaron completamente, pero eso era porque nuestra relación era desconocida ante el mundo. Ellas creían que deberíamos de haber formalizado después de varios meses juntos. Hasta habíamos hablado de nuestros planes futuros y en ellos estaba incluida una boda, así como también uno o dos niños.El tiempo pasaba rápidamente, él con sus compromisos y yo con los míos. Los dos trabajábamos demasiado y si a eso le sumamos que mi padre comenzaba su campaña política aspirando a llegar más lejos que nunca, teníamos compromisos sociales familiares. Yo era la hija soltera del futuro alcalde, alguien que debía sonreír y mantener mi elegancia las veinticuatro horas del día. No me quejo, mi vida era perfecta pero también abrumadora.Las reuniones o los invitados a cenar eran habituales y yo por eso tenía que estar alejada de Mauro. Él tenía giras musicales y entrevistas, así como también el lanzamiento de su disco; uno que prometía ser sensacional.Hoy es un día habitual donde soy una muñeca que sonríe y contesta algunas cosas mecánicamente. Aquí vendrían a cenar algunas personas que compondrán el partido político al que pertenece mi padre. Mi madre siempre fue una excelente anfitriona y por eso las reuniones si no son aquí, son con su ayuda en cualquier otro sitio. Ella también tiene una estrecha relación con las esposas de los demás políticos; a excepción de algunas que son las clásicas esposas trofeo que aparentan un matrimonio feliz mientras que su esposo está con amantes más jóvenes.Retoco mi maquillaje y me coloco un lindo vestido que mi madre dejó sobre mi cama para mi. Ella tiene una extraña obsesión con la combinación de colores y muchas veces las dos utilizamos colores similares. En esta ocasión el color rosa es el indicado, en un tono pastel y el de mi madre es también rosa pero varios tonos más oscuros.Una vez no quisiera ser delicada y me gustaría tener voz en estas reuniones que no comprendo demasiado. Ya he dejado de prestarles atención. Se de lo que trata cada conversación cuando los colegas de mi padre se acercan mucho a mi. Aparento ser perfecta y halagan mi belleza así como también mis modales refinados y exquisitos. También se tocar el piano y hay ocasiones donde debo tocar alguna melodía que ya se de memoria. Siempre es igual, lo único que cambia es la decoración y el color de vestido que llevaré.-Hija te ves maravillosa, tu belleza siempre da de que hablar entre los hijos de los amigos de tu padre- Rodé los ojos con fastidio, justo eso era lo que más odiaba-Mamá tu te ves hermosa ésta noche, pero por favor no me hables de ellos, por eso empiezo a odiar estas reuniones que no tienen fin- Su manera reprobatoria de mirarme me molesta y se que no me comprende, algo que me duele-Varios muchachos quieren salir contigo, tienes una colección de pretendientes detras de ti, ¿No crees que sería bueno que aceptaras salir con uno de ellos? Estás en edad de casarte- Mi escepticismo iba en aumento y mis ganas de estar en la cena disminuían de modo considerable-Yo quiero a alguien más mamá. No voy a casarme con nadie que no sea él. Cuando sea el momento indicado lo traeré y comprenderás todo- Suspiré pensando en Mauro y en lo bien que me habia sentido en nuestro último encuentro-Solo espero que no sea quien yo creo porque sobre mi cadáver entrará a esta familia- Aseveró dejándome atónita en mi sitio. Esas no eran sus maneras de hablar y por un momento desconoci a mi madre-Lo amarías mamá, estoy segura- Volví a suspirar segura de mis palabras y pensando en él-En unos minutos llegarán los invitados, tienes que venir con nosotros para recibirlos- Salió de mi cuarto con pasos apresurados y yo acabé de pintar mis labios para seguirla, aunque quería ir en dirección opuestaParada junto a mis padres me di cuenta de que estaba desperdiciando valioso tiempo de mi vida. Los matrimonios que ingresaban casualmente traían a sus hijos solteros y eso me hastiaba. Besaron tantas veces mi mano, algunos hombres por más segundos de lo indicado por el protocolo. Eso me daba asco porque empezaba a verme como una presa en todos los sentidos. Presa de mi vida, presa en mi propia casa.La gente de bajos recursos piensa que conocer estrellas, gente famosa, millonarios... es un privilegio pero se equivocan. Todo esto es interés, muchos de los que están aquí no se soportan y algunos han tenido encuentros judiciales. Hay veces que siento que mi vida no me pertenece.Los empleados van de aquí para allá con champaña y bocadillos exquisitamente decorados. Nada de esto me apetece, porque lo único que deseo es estar con mi novio.-Hay un nuevo restaurante que me encantaría conocer con una hermosa mujer a mi lado- Las palabras de Horacio me causaron molestiaHoracio es hijo de un diputado. No es feo, pero al abrir la boca pierde el encanto. También cree que la mujer debe ser sumisa ante el hombre y ver cómo su madre es rebajada a ser una empleada me da escalofríos.-Es una suerte que mujeres bellas abunden en la ciudad, así como en el país- Sonreí con falsedad evitando su cumplido con toda la diplomacia que pude reunir. El ha insistido tantas veces que he puesto mil excusas para rechazarlo-Ninguna se compara a tu belleza Scarlett- Sonreí cuando me tomó del brazo con delicadeza interrumpiendo mi huida-Soy modelo Horacio y en la agencia hay muchísimas mujeres bellísimas. Tal vez una de ellas acepte salir contigo- Me solté de su agarre y fui con mi madre que estaba conversando con algunas mujeres. Cualquier lugar era mejor que cerca de HoracioÁngela se había mantenido lo más alejada que había podido de Vincent en todo su embarazo. Las últimas semanas ella había tenido más contracciones de las que debía y la amenaza de que él parto se adelantara la había hecho permanecer en reposo absoluto. Jesús y Vincent se desvivían en atenciones con ella y aunque se negara a sentir más que odio por el padre de sus hijos esa era una tarea cada vez más difícil de lograr. Sentía como su corazón se aceleraba por su cercanía y aunque muchas veces quisiera aventarle todo lo que estuviera a su alcance, acababa sintiendo profundos deseos de besarlo. Finalmente el día del parto llegó y Vincent acabó presenciando la misma escena que con Scarlett, aunque se había descompensado allí. Era estresante ver nacer a un sobrino, pero a su propio hijo aún peor. -Felicidades es una niña- El doctor les dió aquella noticia y aunque Ángela se sentía feliz también estaba triste porque sabía lo injusta que la sociedad podía ser con una mujer La familia de Vi
Los pensamientos de Ángela iban a toda velocidad y en distintas direcciones. Sabía que no tendría ninguna pareja. No quería líos, ni suegras locas y manipuladoras, mucho menos un hombre infiel. Por otra parte pensaba que peor no podría irle. Jesús amaba a Vincent, realmente lo adoraba y no tenía quejas al respecto en su desempeño como padre. Si su hijo era feliz, ella también debía serlo. Si su hijo quería que ocurriera una boda, tal vez tendría que ocurrir. Vincent amaba al niño y la hacía sentir apoyada al menos en ese aspecto, aunque en los demás sentía que la asfixiaba con su sobreprotección y propuestas incómodas. -Está bien, tu ganas pero espero que entiendas que no te amo ni te amaré. No esperes conmigo un matrimonio real porque eso no va a suceder- Advirtió y él sonrió pensando en los métodos que usaría para convencerla de lo contrario *SEMANAS DESPUÉS Mientras el embarazo seguía su curso y comenzaba a notarse, Jesús estaba más que feliz por presenciar las ecografías y ver
Ángela no daba crédito a todo lo que había ocurrido ese día. Se sentía tan agotada después de haberse desmayado, tenía la sensación de que toda su energía había sido drenada. -¿Estás más tranquila?- Vincent se acercó con cuidado -Me siento cansada pero no hice nada en todo el día- Él le sonrió, Marcus le había comentado que Scarlett se sentía así en los primeros meses y el había notado que en el último tiempo solo se había vuelto peor -Mi cuñada estaba igual. Yo estuve intentando avanzar contigo en su embarazo, por eso me perdí mucho tiempo. Estuve cuando le faltaba poco para dar a luz y casi acabo inconsciente cuando ví la cabeza de mi sobrino asomándose- Sintió un fuerte escalofrío y ella rió, aunque después demostró su pánico -Imaginar un bebé saliendo de mi, eso es aterrador y apuesto que demasiado doloroso. Pediré que me hagan una cirugía, te lo aseguro- Vincent sonrió al notar que ella comenzaba a aceptar la idea de ser madre -Dejemos que pase el tiempo. Aún tenemos muchos
Ángela sentía que podría desmayarse. No sé sentía lista para tantas sorpresas en una fracción de segundo y tenía tanta rabia, tristeza, miedo, preocupación. -Cuando mi padre se entere de todo esto destrozará a quienes se hayan metido contigo- Ángela lo observó convencida de que el abuelo de su hijo por nacer era mafioso -Legalmente haré lo que sea preciso, pero no quiero asuntos ilegales, te lo advierto. Demasiados problemas en mi vida tengo como para sumar uno más y de esas magnitudes- Advirtió con temor y Vincent solo se rió con fuerza -Mi padre sigue la ley, hasta sabe la constitución de memoria y mi madrastra le haría la vida de cuadritos si se involucra en cosas ilegales, luego toda la nación. Aunque puedo asegurarte que le teme más a mi madrastra que a un montón de políticos- Él volvió a reírse y Ángela lo miró sin entender nada-¿Tu padre trabaja en el gobierno? Es increíble que una persona con valores pueda tener un hijo tan prejuicioso y estúpido como tú- Se cruzó de brazo
Vincent se quedó en el cuarto de Ángela. Negarse a dormir con él de nada le había servido. Él había llegado con ideas muy claras y precisas que incluían invadir cada aspecto de su vida. Jesús con el paso de los días se mostraba muy feliz y Ángela se sentía desplazada en varias cosas que antes solo eran de los dos. -Me gustaría tener un hijo como tú- Vincent despeinó a Jesús en un gesto cariñoso-¿Quieres ser mi papá?- Lo miró con sus ojitos cargados de emoción -Solo si tú mamá me lo permite, ¿Entiendes? Deberías ayudarme a convencerla- Jesús asintió emocionado y Ángela en la distancia había escuchado aquella conversación que le demostraba que Vincent era un tramposo manipulador que cada vez le ocasionaba más problemasSe avecinaba una discusión nueva y Vincent lo sabía. Angela no le había permitido más que dormir en su cama y eso lo había hecho a regañadientes murmurando mil maldiciones en el momento. -¿Cómo te atreves? ¿Quieres matarme de un disgusto? ¡Tu no paras y debes parar!-
Ángela veía como Jesús esperaba ansioso el desayuno y ella solo sentía que no había modo de que pudiese comer correctamente. Solo deseaba dormir o estar en la soledad de su cuarto pensando en todo y en nada a la vez. Cuando el timbre sonó, ella apagó enseguida la cocina para que el desayuno no se quemara, pero Jesús salió corriendo a atender. -¡Amor no corras, no abras la puerta!- Le gritó desde la cocina y se apresuró para cuidar a su hijo. No sabía que clase de loco pudiera llegar y se sentía temerosa de que alguien le hiciera daño a Jesús. Luego de aquella historia comenzaba a sentir cierto nivel de paranoia por creer que alguien de su pasado podría aparecer frente a su puerta Jesús no la obedeció y abrió la puerta. Ángela pudo ver cómo su hijo se aferraba a Vincent. Él estaba empapado, pero aún así a Jesús no le había importado. -Te extrañé mucho- Lo abrazó aún más fuerte y Ángela sintió dolor al ver que su hijo aún seguía deslumbrado y encariñado con Vincent-Hola Ángela- Se
Último capítulo