SCARLETT ALLEN

Mi madre hablaba animadamente con varias damas de la alta sociedad. Ella me lanzó una fugaz mirada reprobatoria porque no iba con el protocolo haberme inmiscuido en su reunión privada si no pensaba participar en ella, pero no tenía nada que decir. Tampoco podía decir "sigan hablando, no me interesa pero cualquier cosa es ideal para evadir a Horacio".

-¿Cuál es tu edad querida?- Una señora interrumpió la conversación sobre las decoraciones del próximo evento y dirigió su atención a mi. ¡Era mi oportunidad de participar y que mi madre no me reprobara!

-Yo tengo...- Mis palabras fueron interrumpidas por otra de las mujeres

-¿Es perfecta no lo crees?- Ella preguntó y en un punto me sentí orgullosa de ser reconocida por damas distinguidas que viven en las pasarelas para siempre usar atuendos sin repetirlos- Sería la esposa perfecta para Facundo

Cuando la frase acabó mi ego se desinfló un poco, ¿Por qué me ven como esposa de alguien de su círculo? Sería lo último que haría casarme con alguien si no es por amor y ya en mi corazón había un hombre maravilloso del que esperaba una pedida de mano inolvidable.

-Yo creo que sería ideal para Jhon, también está en edad de casarse y formaríamos fuertes alianzas. Deberías platicarlo con tu esposo querida, yo lo hablaré con el mío- Otra mujer se dirigió a mi madre ignorándome por completo como si no existiera

-Con permiso, fue un placer conversar con ustedes- Me aparté sintiéndome mareada por sus palabras. El disgusto no cabía en mi, pero la noche era joven y aún tenía mucho por delante

-Scar imagina tu nombre junto a mi apellido. No descansaré hasta que seas mi esposa- Horacio me tomó del brazo con suavidad y lo miré ofendida porque había gente alrededor y no podía soltarme. Debí fingir una sonrisa

-Tengo un nombre precioso incapaz de ser reducido- Odiaba el diminutivo, así como Scary, parecía de película- Mi apellido es divino, no me lo quitaría para ser reemplazado por el tuyo- Scarlett Melón de ninguna forma sería una opción a considerar- Morirás de agotamiento porque no me casaré contigo así seas el último habitante del mundo

-Te estoy ofreciendo una vida de reina, ¿Tienes alguien mejor en vista?- Lo miré enojada, era muy descortés de su parte dirigirse a mi de esa manera. No estábamos en la época donde las jóvenes casamenteras debían buscar esposo ¡Por Dios! Estábamos en la actualidad dónde cada quien se casa si le place y dónde varias parejas viven décadas sin un matrimonio

-Te recuerdo Horacio que soy una mujer capaz y autosuficiente que puede vivir de sus ingresos sin tener un hombre que me prometa una vida de reina. Asumo sin miedo a equivocarme que tú discurso y promesas no han logrado impresionar a ninguna dama porque aún sigues soltero- Le di una sonrisa para tranquilizar a quienes nos rodeaban porque estaban notando la tensión que teníamos

-Eso lo discutiremos tu padre y yo seguramente en una reunión. Mi padre tiene una estrecha relación con el tuyo y seguramente me quiera dentro de su familia. No hay mejor hombre que yo para estar a tu lado- Palidecí por sus palabras sintiendo un amargo sabor en mi boca. Esperaba que mi padre no quisiera emparejarme con este hombre porque me mudaría de continente en caso de que se atreviera siquiera a mencionarlo- El único defecto que tienes no está a la vista, pero lo tengo bien en claro- Susurró a mi oído causándome escalofríos, el cada momento que pasaba me resultaba más desagradable

-En ti veo varios defectos hasta a simple vista, ¿Cuál es el mío, según tu?- Le sonreí falsamente

-Que no eres virgen- Abrí mi boca con indignación, ¿Cómo se atrevía a mencionar algo tan privado?- No te atrevas a negarlo porque se bien que estás con un cantante sin clase, ¿Crees que te es fiel?

Horacio me sonrió y se alejó de mi dejándome con ganas de arrojarle el contenido de mi copa directamente a la cara. La clase no viene con la vestimenta cara, es una lastima para él. No sabía cómo él pudo enterarse de mi relación con Mauro. Mil pensamientos cruzaron por mi mente en ese momento... ¿Me habría investigado o tal vez seguido?

No me importaba lo que hubiese hecho en cuanto mantuviera la boca cerrada hasta que Mauro quisiera formalizar. En cuanto le dijera a mis padres de mi relación seguro querrían conocerlo, pero con el tan atareado y en medio de una gira eso se postergaría.

Seguí intranquila en toda la velada. Quería irme, lo había intentado sin éxito.

-Te ví muy cerca de Horacio hija, ¿Él te gusta?- Miré con escepticismo a mi madre, si creía que ese... hombre me podría interesar no me conocía en lo absoluto

-Mamá él es un patán, no sabes todo lo que me dijo- Mi madre abrió su boca con indignación por mi falta al referirme así a Horacio

-Cuida tu lenguaje, ¿Qué sucedió con Horacio?- Me apartó más de la gente para que nadie nos escuchara hablar

-Me dijo que quiere concertar un matrimonio y me acusó de no ser virgen y de estar en una relación con alguien- Mi madre se llevó la mano a los labios reprimiendo un jadeo

-Si tu padre se entera de que eso es cierto le da algo, ¿Cómo es posible que estés en una relación y nosotros no sepamos ni quién es el hombre con el que sales? ¿No te has puesto a pensar que si quedas embarazada sería un desastre?- No podía creer que me estuviese reprendiendo a mi en lugar de molestarse con Horacio

-Mamá ni tu llegaste virgen al matrimonio, no se por qué te horrorizas ahora- Sus ojos estaban a punto de lanzarme fuego, realmente había escogido muy mal las palabras para defenderme

-Estuve con tu padre y ya teníamos fecha para la boda. Yo tenía un anillo en mi dedo, él era aprobado por mis padres, ¿No crees que hay una gran diferencia? Si por tu imprudencia tu padre llega a tener problemas en su campaña no quiero pensar en lo que pasaría- Miró en la lejanía a mi padre que se veía muy contento en la reunión con otros políticos. Este era su sueño y había trabajado mucho para poderlo cumplir

-Mamá nada sucederá, ¿Qué podría pasar?- Creí que ella exageraba y que solo estaba dramatizando algo que no era importante, aunque un frío recorrió mi columna vertebral, algo que por supuesto ignoré

-Si algo sucede acabarás casada antes de las elecciones. No podemos vernos involucrados en un escándalo y educamos una hija con grandes valores, espero que no olvides eso. Ahora sonríe porque los Anderson se están acercando a nosotras- Sonreí con falsedad, el rostro podría dolerme por hacer tal cosa durante tanto tiempo

El resto de la velada pasó entre conversaciones superficiales, sonrisas falsas y las mismas palabras recitadas una y otra vez por distintas personas. Me sentía aburrida, quería salir corriendo de este lugar y solo dormir.

La advertencia de mi madre daba vueltas por mi cabeza y aunque sonara exagerado sabía que tenía razón. Mi padre no podía verse involucrado en ningún tipo de problema así como tampoco nosotras. Así el tuviera una vida intachable la gente podría juzgar por todo lo que hicieran los demás y yo era demasiado visible. No estaba considerando hacer cosas fuera de lo permitido, pero era frustrante tener cámaras durante todo el día fuera de las pasarelas.

Siempre debía salir de casa vistiendo bien y viéndome perfecta. Si tenía una mala noche y no dormía lo suficiente debía maquillarme porque sería un pecado que me vieran ojeras o alguna imperfección, era imperdonable.