POLÍTICAMENTE AGOTADOR

SCARLETT ALLEN

Recordaba las palabras de mi madre en todo el camino a casa y la mirada que ella me dedicó supe que estaba cargada de una amenaza silenciosa que podría romper más de una vida y un sueño. Mi padre amaba la política y tenía demasiados proyectos que no podían irse a la basura. Por otra parte amaba a Mauro con todo mi ser y quería formalizar de una vez para que nadie pudiera verme de nuevo como un trofeo que quería poseer para llevar a reuniones sociales.

Me resistía a ser un adorno social, no quería eso para mi vida. Quería ser feliz y construir un futuro con el amor de mi vida, con eso me conformaba y era más que feliz.

Desperté varias veces en la noche sintiendo que me faltaba el aire y que mi corazón podría salirse de mi pecho. Sentía que caía en un pozo sin fondo, también que me corrían y no podía escapar viendo un callejón sin salida frente a mi. Jamás había tenido tanto miedo.

No tomé mis sueños como un presagio de un futuro cercano, fue un error mío.

Entre reuniones con personas interesadas para que promocione sus marcas, haga comerciales y también desfiles pasaron semanas. Amaba lo que hacía y económicamente era independiente, mi belleza era rentable.

Mi hermoso novio llegó de su gira y lo hizo cansado, lo entendía. Él había hecho muchos conciertos y hasta agregado fechas en algunos de los sitios. Después de las giras venían las entrevistas, las reuniones con la banda y todos los compromisos en los que yo no debía estar ni quería hacerlo. Con los discursos que daba mi padre dónde teníamos que mostrar nuestra perfección familiar ya tenía suficiente.

-Cuando termines te esperamos en casa, tenemos que hablar- Un texto de mi padre dónde no me decía princesa ni me llamaba por ningún apelativo cariñoso

Salí de la agencia y fui directamente a casa. Sentía nervios, ¿Para que negar lo evidente? ¿Quién en mi lugar no se sentiría igual que yo?

Al entrar ví a mis padres sentados esperando por mi. Ellos sabían que por lo general tenía un horario de salida y lo estaba respetando.

-Vine en cuanto acabé, ¿Qué sucede?- Me senté frente a ellos en el sofá individual

-No quiero que te sientas presionada por lo que voy a decirte, sabes que respeto lo que tú escojas- Mi padre comenzó la conversación y mi madre me miraba de una forma extraña- He recibido varias propuestas de algunos contactos que tienen sus hijos interesados en ti. Las alianzas son excelentes y son personas respetables. Estuve pensando...

-Pensando en ti y en las alianzas, ¿Qué hay de mi? Estoy enamorada de alguien papá y no voy a casarme con otro solo por formar una alianza que solo traería desgracias para mi- Fui firme pero hablé de más porque mi padre entrecerró sus ojos, él no sabía que estaba con alguien

-Queremos conocerlo, he escuchado cierto rumor pero no creí que pudieras ser tan... poco inteligente para desperdiciar tu tiempo en alguien así- ¿Rumores? Lo primero que pensé fue en Horacio y sus estupideces

-No se de qué rumores hablas, pero la gente siempre dirá lo que desee sea cierto o no- Me enderecé aún más en sofá y crucé mis piernas evitando que se notaran mis nervios en el momento

-Tienes razón, pero cuando el río suena piedras trae y van varias personas que me dicen lo mismo. Te apoyaría en lo que fuera si estás brindando y recibiendo un amor sincero, pero jamás aprobaría a un hombre que solo te use cuando tiene planes matrimoniales con alguien más. Solo te diré eso, no me meteré en tu vida más, solo espero que no hagas algo que pueda perjudicarte ni a ti ni a mí campaña- Su teléfono sonó y se levantó para atender dejándome a solas con mi madre

-¿De quien habla?- Pregunté con curiosidad creyendo que tal vez me habían inventado un romance con alguien como Horacio

-De un cantante sin clase obviamente- Su mueca de disgusto me dió rabia

-Te recuerdo mamá que yo también quería ser cantante, ¿Tampoco hubiese tenido clase?- La confronté defendiendo a mi novio anteponiendo mi sueño frustrado para callar sus degradaciones

-De más está decir que no me refiero a la clase social de la que provenga, sino a los valores que lo definen. Ese cantante no tiene valor moral suficiente para convertirse en parte de la familia Allen. Preferiría que estuvieras en una relación con cualquier otro hombre que al menos te respetara y fuera completamente honesto contigo, pero es tu decisión después de todo- Abrí la boca y la volví a cerrar

Mis padres con sutileza me estaban diciendo que mi novio me estaba engañando. Creí que tal vez lo decían porque no les agradaba la idea de que su hija esté con un cantante, él no podía estar engañándome, mucho menos tener planes de matrimonio con alguien más.

Había planeado ir a cenar con Lía y Judith, mis mejores amigas. Allí podría desahogarme y contarles lo agobiada que me sentía. Siempre íbamos al mismo restaurante y usábamos un apartado para conversar. Siempre hay oídos en cada rincón y no queríamos que lo que habláramos se filtrara a la prensa.

Entramos al restaurante y fuimos dirigidas sin demora a nuestro sitio. En breve fuimos atendidas y en el tiempo que demoraban nuestros platillos comenzamos a conversar.

-¿Horacio ha seguido molestándote?- Lía fue directo a lo que le interesaba saber. Ella no quería ver a Horacio ni en pintura porque había intentado, a base de engaños, estar con una prima suya

-Hay si, es odioso pero en la última reunión rebasó todos los límites. Me dijo que mi defecto era no ser virgen, él sabe que estoy con Mauro pero no sé cómo- Lía comenzó a maldecir olvidando el protocolo y Judith tapó su boca con sus manos- Además de eso dijo lo que podría suceder si mi padre se enterara

-Ese infeliz- Murmuró Judith anonadada

-Lo peor es que mis padres lo saben y creen que soy idiota porque Mauro no tiene clase. Ellos me dijeron que el tiene planes matrimoniales, pero se que eso es mentira- Confié en él y por primera vez puse en tela de juicio las palabras de quienes me habían dado la vida

-Espero que no te equivoques. Sabes que respeto tu relación y que te quiero, pero él...- Judith estaba buscando las palabras

-El nos genera desconfianza. Eres hermosa, talentosa y excelente, cualquier hombre querría tenerte a su lado- Sus palabras no me levantaban el ánimo ni mi ego tampoco, dolían- Hasta Horacio besa el suelo por dónde pisas, las mujeres más distinguidas te quieren de nuera, ¿Me equivoco?- Lía estaba siendo más franca que nunca y la entendía hasta cierto punto

-No se dónde quieres llegar. Para ellos sería un hermoso trofeo con quién tener sexo e hijos cuando lo decidieran- Dije con disgusto, quería defender a Mauro y mi postura

-¿Y si él tiene alguien más y por eso no quiere hacer pública su relación? Sabes que te queremos, pero las dos tenemos la impresión de que siempre fuiste tú quien entregó todo por la relación, mientras que él se queda de brazos cruzados recibiendo todo lo que tú le das y te conformas con migajas- Lía concluyó su teoría y me dolió el corazón al solo considerar sus palabras, Mauro no era ese tipo de hombre, de ninguna forma

-Por favor no te enojes con nosotras, no nos mires así. Somos tus amigas incondicionalmente, te escuchamos y te apoyamos, pero también tenemos que ser sinceras contigo. No confiamos en él y no nos gusta para ti- Sentía ganas de llorar, la angustia oprimía mi pecho y me ahogaba, ¿Por qué? Tal vez solo estaba emocional y las palabras de ellas eran dagas afiladas que atravesaban mi corazón

La cena me supo amarga y el nudo que se había instalado en mi garganta apenas si me dejó probar bocado. Sentía un gran peso en mi estómago, la sensación de que algo estaba realmente mal.

Tarde me daría cuenta de que el amor dolía y se trataba de sacrificios. Mi destino estaba escrito y lo que llegaría sería políticamente agotador, correcto o incorrecto dependiendo de la opinión de cada uno.

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