El viento soplaba con un susurro que parecĂa traer mensajes del otro lado. Eira se despertĂł de golpe en mitad de la noche, con el corazĂłn latiendo como un tambor dentro de su pecho. Sus sueños habĂan sido turbios⊠no por imĂĄgenes claras, sino por sensaciones. Una angustia profunda, una pena ajena que le habĂa calado los huesos.
Se sentĂł en la cama, envuelta en una manta, y mirĂł hacia la ventana empañada por el frĂo. El bosque dormĂa en sombras espesas, pero algo en su interior le decĂa que no todo estaba en silencio.
Aidan no estaba a su lado.
Su ausencia era una punzada. No solo porque lo amaba, sino porque en las Ășltimas semanas algo en Ă©l habĂa cambiado. Sus silencios eran mĂĄs largos. Sus pesadillas mĂĄs frecuentes. Eira sabĂa que Ă©l le ocultaba cosas, no por falta de confianza, sino por miedo a que su verdad la alejase.
Pero lo que ni Ă©l comprendĂa del todo⊠es que estaban unidos por un lazo mĂĄs profundo que la carne. MĂĄs antiguo que su amor. MĂĄs oscuro que el pasado mismo.
En el s