Marleny Romero, una chica que perdió las esperanzas de encontrar el amor de su vida, ya que en el pasado todas sus relaciones fallaron por engaños por parte de sus parejas. Wilmer Montoya, un prestigioso ginecólogo, dueño del mejor y más importante hospital del país. No confía en las mujeres porque la que juraba amarlo lo abandonó con su pequeña hija. Es padre soltero y gracias a su pequeña bebé conocerá a Marleny.
Leer másMi nombre es Marleny Romero, tengo veintinueve años de edad, soy Pedagoga y actualmente trabajo en un colegio público de la zona como consejera y maestra.
Voy saliendo de mi centro de trabajo cuando una bebé de algunos tres añitos se acerca a mí llorando y se abraza a mis piernas. Yo, confundida, la tomo en brazos y le pregunto:
Al rato de estar afuera de la institución sentada en una banca y con la niña dormida en mis piernas, aparece un señor preocupado, pero cuando ve a la niña su rostro demuestra alivio.
El señor se retira a hacer la llamada y yo me quedo pensando ¿Y si ese hombre piensa que yo le quise robar a su hija y me quiere entregar a la policía?
En pocos minutos llega otro señor y el primero le hace una señal en dónde estamos, con paso apresurado él se acerca y yo al verle la cara tiemblo de miedo porque se ve que tiene una cara de pocos amigos.
Cuando se acerca a nosotros, toma a la niña en sus brazos y me dice que gracias por cuidar de su hija, en eso la niña se despierta.
La niña llora y le dice a su padre:
El Señor, mal encarado, solo abraza a su hija y me voltea a ver con mirada triste. Mientras yo me quedo pensando que por qué no le aclara a la niña que yo no soy su madre.
La niña aplaude emocionada y le dice a su padre que la tiene en brazos:
Cuando la niña se baja al suelo toma mi mano y comenzamos a caminar al auto. Yo aprovecho la oportunidad para acercarme al señor.
Ya dentro del coche, los tres nos sentamos en el asiento de atrás mientras nos dirigíamos a mi apartamento, tardamos veinte minutos aproximadamente en llegar.
El auto se estaciona frente a mi humilde hogar.
Entramos a mi apartamento y el señor Montoya se queda observando todo a su alrededor. Yo me siento nerviosa porque pienso que le ha dado asco estar en mi humilde morada.
― Está bien, tomen asiento. Me daré un baño pero salgo rápido.
Yo corro escaleras arriba nerviosa, este hombre inspira temor con solo verlo, pero tiene una voz tan seductora y un rostro tan bello que cualquiera se derrite con su belleza.
Me baño rápido y salgo envuelta en una toalla a buscar lo que me voy a poner, cuando ya tengo todo listo me dirijo a la cama, coloco la ropa ahí y cuando me inclino para colocarme mis bragas, la puerta se abre y entra la pequeña Eliana corriendo y se abalanza sobre mí haciendo que la toalla caiga al suelo.
En ese preciso momento llega corriendo el señor Montoya buscando a su hija y se me queda viendo, yo trato de recoger la toalla con la niña en brazos, pero me es imposible.
Senté a la niña en la cama y me terminé de cambiar. Pasaron varios minutos y yo no quería salir por la pena que sentía, pero lo haría por esta preciosa muñequita.
Tomo de la mano a la niña y nos dirigimos a la pequeña sala en donde está su padre. Me da mucha pena, pero aquí voy.
Cuando él sonríe, Dios, casi me lanzo a cerrarle la boca con un beso. Qué sonrisa tan más bella la que tiene, como dicen por ahí, una sonrisa moja bragas.
Llegamos a una tienda y nosotras nos bajamos del auto. Ingresamos y se acerca una dependienta a atendernos y la niña muy entusiasmada le dice que venimos a comprar su vestido y zapatitos porque es su cumpleaños y le dijo que estaba muy feliz porque su madre la acompañaría a comer.
La dependienta me miró confundida, seguramente pensó que era una mala madre y que por primera vez salía a comer con mi hija.
En fin, no le pare bola y continúe a lo que venía, ya que se nos estaba haciendo tarde. La pequeña bebé quedó muy hermosa, parecía una verdadera princesita.
Salimos hacia el auto y el señor Montoya nos abre la puerta para que entremos.
La cena transcurrió tranquila, platicando de cosas triviales. Cuando el señor pidió una rebanada de pastel para su hija, esta me pregunta haciendo unos ojitos graciosos ―Mamá, ¿tú puedes hacer un pastel?
Yo volteo a ver nerviosa a su padre porque no sé qué respuesta darle para no lastimarla porque de hoy en adelante no nos volveremos a ver.
Al terminar con la cena y el postre me fueron a dejar a mi apartamento. La niña llorando me abrazó y no quería despegarse de mí hasta que su papá le dijo que mañana se podrá quedar conmigo a dormir.
Ella me dio un beso en la mejilla y le dijo a su padre que me diera un beso a mí. Yo me puse bastante nerviosa y su papá no lo pensó dos veces y me dio un beso en la mejilla como ella lo pidió.
Salí del auto con las piernas como gelatina, me temblaban de los nervios y sorprendida porque no se hizo de rogar para darme ese beso.
Hoy seguro que no dormiré pensando en ese evento y en su aroma varonil que me está volviendo loca, ese hombre es un encanto.
Dos años después...Wilmer me ha dejado sola al cuidado de estas dos criaturas traviesas, la pequeña Eliana que ya no está tan pequeña ya va sobre los siete años de edad y ha salido muy buena para el estudio y es muy amigable con todos sus compañeritos en la escuela.Me siento muy orgullosa de ella y cada día me esfuerzo por enseñarle en casa lo básico para que no se le complique.¿Se recuerdan de aquella nota que le escribí a mi niña cuando me divorcié de Wilmer y me fui de su casa?Podrán creer que nunca la encontré, sí así como se los digo.Yo estoy segura que ahí la coloqué en su habitación, pero cuando regresé y la busqué ya no estaba, seguramente en algún momento Wilmer la encontró y nunca me lo quiso contar.También cabe la posibilidad de que la mujer malvada lo haya encontrado cuando vivió aquí y lo haya desaparecido con la intención de que nadie más lo encontrara.El pequeño Andrés tiene un año y medio de edad y es todo un ga
Un mes después...Hoy es la boda de Antonio y Anastacia, ella se ve muy hermosa vestida de blanco.Sus padres han venido para presenciar tan magno evento y están muy contentos de que su muchachita, como ellos le llaman por fin se una en matrimonio con un hombre excepcional y que les ha demostrado que ama a su hija por sobre todas las cosas, él siempre le da su lugar a ella.Los padres de Marleny también están aquí para festejar la felicidad de una persona a la cual ellos le tienen mucho aprecio como lo es Anastasia.- Mamá apúrate, ponme mi vestido por favor.- Pidió la pequeña Eliana que ya estaba muy desesperada porque su mami no la vestía rápido por estarle haciendo un peinado.- Ten paciencia mi amor.- Le dice Marleny y al terminar le coloca un vestidito que es del mismo color del que ella va a usar.- ¿Ya están listas mis amores? pregunta Wi
- ¿Qué está pasando doctor? le preguntó Marleny a uno de los doctores que acababa de salir de la sala.- Es un paciente que acaba de fallecer y tratábamos de salvarle la vida.- respondió el doctor y Marleny sintió que sus rodillas le fallaban y se sentó nuevamente para no caer ya que estaba temblando.- Dígame que no es su jefe el que ha muerto doctor.- No claro que no señora, el doctor Montoya está estable.Hubo una equivocación en el momento que se hizo el llamado porque pensamos que era en la sala de él, pero resultó ser el paciente de al lado.- ¿Puedo ver al Señor Montoya? preguntó Marleny, y como gran parte del personal de la clínica saben bien que ella era su esposa y no tenían ni la más minima idea de que ya se habían divorciado entonces la dejaron pasar a ver a su esposo.- Hola Wilmer c
Anastasia llegó al lugar en donde le dijo Antonio que se reunirían para almorzar.Se vistió muy hermosa para que su amor la presumiera delante de sus socios, porque ella se imaginó que ellos llevarían a sus esposas también y temía que ellas se vieran más hermosas que ella y la opacaran con sus vestimentas y seguramente con sus bellezas también.En las mesas de enmedio del salón estaba su amor, pero se le hizo raro ya que la mesa en que él estaba era solo para dos.Antonio se quedó embobado al verla acercarse a él ya que nunca le había visto que se pusiera un vestido así de atrevido durante el tiempo que llevan juntos.- Hola mi amor saludó a su amada poniéndose de pie cuando esta llegó a la mesa.- Hola cariño ¿dónde están las personas con las que dijiste que estarías? le preguntó Anastasia.- ¿O sea que mi mujer está más interesada en ver a mi socios qué a mí?- No amor lo que pasa es que veo una mesa solo para dos por eso es que te
La noche en que Sandra se escapó del hospital junto a la guardiana, h**o un fuerte accidente en la calle trece del boulevard los próceres.Los paramédicos llegaron al lugar de los hechos pero era demasiado tarde, las tres personas que viajaban en el taxi habían perdido la vida de forma instantánea.Las investigaciones arrojaron que el taxi iba a alta velocidad y al pasar por una curva el chofer perdió el control y se fueron a una hondonada.Hasta el momento no han sido identificados los cuerpos, ya que están a la espera de que llegue el personal de medicina forense para que hagan el respectivo levantamiento y reconocimiento cadavérico de las víctimas.Antonio y Anastasia andan de viaje por Brasil y por eso es que Marleny no los encontró en la casa y tampoco los pudo contactar vía telefónica para quedarse en casa de ellos y no irse a la mansión.Antonio le pidió a su amor que se quedara en el hotel porque el iría a una reunión de trabajo, pero esa e
- Hija te llamo para pedirte que no te muevas de la casa de tu amiga.- Dijo su madre al otro lado de la línea.- ¿Pero por qué mamá, ha pasado algo? le preguntó Marleny preocupada.- Sí amor, lo que pasa es que debido a las fuertes lluvias que están cayendo desde ayer, h**o un deslizamiento y parte de la carretera se hundió en un tramo que está algo cerca de este lugar.Los bomberos y el personal de copeco han dado la orden para que nadie circule para estos lugares ya que no hay pasada.- ¡Qué! ay no mamá pero porque tuvo que pasar eso precisamente hoy que yo decidí venir a la ciudad-. Dijo Marleny enojada y a la vez triste porque no podría llegar a su casa.- Detente Wilmer por favor. Le dijo Marleny al nomás terminar la llamada con su madre.- ¿Que ha pasado? preguntó Wilmer preocupado ya que Marleny se veía pálida de su rostro y preocupada.- No hay pasada para mi lugar debido a una falla que h**o en la carretera. Le respondió la c
Último capítulo