ALONSO:
Nos adentramos en una extraña caverna repleta de símbolos que Vittorio y los demás se apresuraron a fotografiar con sus teléfonos.
—Los Rubíes, joven Garibaldi —continuó el anciano sin dejar de avanzar por el oscuro pasillo, solo iluminado por los focos de nuestros cascos—, son mujeres especiales, elegidas desde niñas por su extraordinaria capacidad intelectual, su inteligencia, pero sobre todo, por su sangre especial. No lo interrumpí; solo miré hacia atrás para ver que mis hombres, con el señor Vittorio junto a Dante, nos seguían. Esta descripción encajaba perfectamente con mi Celia. —Las brujas Janare las buscan para su ceremonia: "El Sabba de la Sangre Dorada" —dijo, deteniéndose para mirarme. Al ver que no tenía idea de lo que hablaba, continuó—: un ritual que, según ellas, l