192. CONTINUACIÓN
DANTE:
Un silencio pesado se instaló en la habitación. Los Garibaldi nos miramos entre sí; el rostro de Fabrizio reflejaba una mezcla de incredulidad y fascinación.
—Nadie lo sabía —respondió Vittorio, con un brillo extraño en los ojos—. Su abuelo es un hombre enigmático; vivía y vive como un fantasma que se mueve entre las sombras. Aún así… esto que voy a decir puede que los moleste y hasta me eliminen, pero no puedo dejar de decirlo. Creo que fui el culpable de que se supiera de él y de su gen; por eso lo persiguieron y atraparon para estudiarlo los alemanes, y… creo que saben que su abuela trabajó para los nazis y era una de las que interrogaba a su abuelo.
Guardamos silencio, dejando que todo lo que acabábamos de aprender se asentara en nuestras mentes. Era algo que en parte conocíamos, pero siempre lo habíamos achacado a los experimentos de ella, no a la genética.
—Lo otro que supe de su abuela después de volver es que se había casado con su abuelo —continuó hablando Vittorio