ALONSO:
Ahora sí, todos estábamos sin palabras. Todos los Garibaldi, y me incluyo, pasamos muchas necesidades porque el abuelo no les daba dinero y vivían del dinero que les dio Rossi, y antes de eso, del trabajo de su papá. Si ese tesoro hubiera estado en manos del abuelo, no creo que nos hubiera dejado en la miseria.
—¿Investigó a los Garibaldi? —se escuchó la voz de Rossi, cortante como un cuchillo, tratando de desviar la atención sobre el asunto del tesoro, porque a lo mejor era verdad; el abuelo era muy misterioso y nadie sabía cómo había financiado las enormes instalaciones que tenía en su finca, ni el sofisticado laboratorio de la abuela en su casa—. ¿Usted investigó desde generaciones a todos los Garibaldi, ¿por qué? La pregunta resonó en la habitación, cargada de sospecha. Miré a Vittorio, que parec&iac