ALONSO:
Permanecí en silencio, mi mirada se volvió gélida y por un instante Celeste pensó que había logrado ganar algo de tiempo, que tal vez la dejaríamos en paz. Pero ella no sabía que había despertado mi sed de querer saber, me giré hacia Kiro.
—Parece que mi labor aún no ha concluido y que todavía te queda mucho por aprender, sobrino —le dije extrayendo un nuevo uniforme del closet. Y mientras hablaba, comencé a vestirme de nuevo con un traje blanco impoluto. Me ajusté los guantes de nylon con una lentitud calculada, cada crujido del material parecía un lamento en la quietud de la sala. Luego, me coloqué unas gafas protectoras transparentes que reflejaban la luz del lugar, otorgándome una mirada aún más inquietante. Volví a desplegar el nylon en el piso alrededor de la mesa en la que se encontraba Celeste que no entendía lo que hacía. Cada movimiento que realizaba era tan lento y meticuloso que podía desesperar a un espectador, pero que f