Capítulo 56.
—Me quedaré aquí con mi hermana —declaró Zayn a la mañana siguiente, con esa seriedad que solo usaba cuando estaba decidido a algo.
Mis padres no pusieron objeción.
De hecho, mamá sonrió, como si ya lo hubiera esperado.
Los acompañamos hasta la orilla del territorio del Lobo Blanco. El bosque aún estaba envuelto en la neblina de la madrugada, y el río que marcaba la frontera brillaba bajo la luz pálida.
—Mis cachorros —murmuró mamá, abrazándonos a los dos con fuerza—. Prometan escribir si Cleo llega antes de que volvamos.
Eso podría pasar o no. La posibilidad era debido a que nuestra Cleo era un alma libre.
—Vendremos a verlos al menos una vez al mes —añadió mamá, acariciándome el cabello. Luego fue el turno de Zayn y se apartó para darle espacio a papá.
Papá nos apretó los hombros y frunció el ceño.
—Será mejor eliminar a todos los humanos para que podamos regresar pronto —gruñó. — Malditos que me mantienen alejado de mis bebés.
Rodé los ojos internamente, pero no dije nada. Sabía qu