Capítulo 11. La trampa en la Corte.
La mañana era clara, casi ofensivamente luminosa para lo que Emilia sentía en el pecho. Dormir había sido una cortesía que el cuerpo le negó. Se vestía en silencio, con movimientos calculados, mientras Iván revisaba su celular desde la mesa del desayuno improvisado.
—Nada nuevo de Clarabella —dijo él, sin levantar la vista—. La están interrogando en protocolo de protección. Aún no hay solicitud formal de colaboración.
—Y si no habla pronto, van a silenciarla —dijo Emilia mientras abrochaba su cinturón de cuero negro.
Un mensaje nuevo apareció en el teléfono de Iván. Lo leyó dos veces antes de mirarla.
—Es de Nicolás Valbuena.
—¿Y?
—La Fiscalía quiere hablar contigo. Hoy.
—¿La Fiscalía? ¿Por qué?
—No lo aclaran. Solo que es “urgente y confidencial”.
Emilia sintió una punzada de sospecha, pero también una curiosidad helada.
—¿Citan a la viuda o a la ejecutora?
—A la amenaza —dijo Iván—. Eso eres para ellos ahora.
El edificio de la Fiscalía General era una mole de concreto con la eleganc