Bastian James es un famoso abogado con una reputación intachable, entre su gremio es llamado el despiadado de los litigios. Su vida es casi perfecta excepto por el hecho que mantiene su soltería intacta, después de malas experiencias decidió dejar de lado aquello que el resto se esmera por encontrar. Sus días constan de trabajo y sus noches de encuentros casuales en clubes exclusivos destinados a dar servicios sexuales. Su vida da un cambio radical cuando a su puerta llega Karina Cirus, la hija de uno de su oculto jefe, que ahora le pide cuide de su bien más preciado mientras él resuelve problemas internos en su red criminal. Sin más opciones y sin poder negarse a los pedidos de su jefe inmediato, recibe a Karina qué llegara con su rebeldía a poner de cabeza la paz en la que vive Bastian, trayendo consigo un pasado qué Bastián se esfuerza por olvidar. Su llegada lo revoluciona todo, hasta la decisión de Bastian de cerrarse al amor, en medio de la lucha de ambos por no dejarse dominar nace un romance oscuro qué los llevara a hundirse en un abismo de pasión tan intensa como el amor que se rehúsan a aceptar.
Leer más—Podrías hablar conmigo, ya me disculpe..... Detente —Tomó mi brazo antes de que pudiera entrar a la habitación. —Una disculpa no borra la percepción que tienes de mí, qué sea un poco rebelde y que sueñe con ser libre no me convierte en una mujerzuela. Ya entendí porque me tratas así de rudo y sin gentileza crees que estoy acostumbrada a ser tratada así... Me lastimaste en varias ocasiones y yo como una completa idiota no me queje porque pensé que eras el tipo de hombre que lo prefería de esa manera pero resulta que es porque....... A tus ojos soy una puta que no merece un trato lindo. —Perdón yo.... Nunca te quejaste de mi rudeza y que usará aquellos objetos contigo y pensé..... Rayos Karina debiste frenarme.... yo.....yo —Empezó a tartamudear y luego cerró sus ojos mientras sus manos se volvían temblorosa —Los siento mucho —Dijo y sin más se fue dejándome me allí sola con mis sentimientos. Quite todo y tome una ducha bastante extensa, necesitaba relajarme y mucho. Pensé en com
Después de advertencia de Bastián la noche transcurrió de manera tranquila por lo menos por mi parte, Maryorie seguía con una actitud pedante y las veces que pasaba cerca de mi soltaba algunas frases y advertencias como si yo tenia que temer, solo podía reír para mí misma ya Bastián también me había advertido ignorar y no abrir de más mi boca. De solo verlos la mayoría de las personas allí eran influyentes, de mucho dinero y Bastián era respetado y admirado por la mayoría, y aunque parecía estoico supe que aquella atención le gustaba, su actitud arrogante lo decía. Casi todos se acercaban a saludar y uno que otro le salia con asuntos de trabajo, él solo les daba respuesta vagas y le pedía ir a verlo al día siguiente. —Necesito hacer algo, por favor quédate aquí, volveré en un rato —Me dijo al oído y lo vi alejarse junto al señor Lincon, supuse que algo de suma urgencia los esperaba. Sin ánimos de ver a Maryorie tome una copa y empecé a recorrer el lugar, fuera había un jardín h
El día del evento llego y tal como prometió un grupo de mujeres fue y me ayudo a arreglar, sus últimos tratos me sorprendieron un poco, para odiarme bastante que disfruta de mí y me a consentido estos últimos días, aunque su actitud de dureza siempre está allí he notado y sentido algo diferente, muy diferente en él. Al llegar la noche ya estaba lista, solo esperaba por él y como siempre lo hizo puntual, se perdió en su habitación y después de media hora salió irradiando superioridad, elegancia y mucha masculinidad, debo decir que lucia hermoso el traje era como un guante de se había añadido a su cuerpo de manera perfecta, su cabello perfectamente peinado y el olor de loción envolvió mi habitación al él ingresar y observarme con atención. se acercó a mí de manera imponente me quedé estática el ver su rostro a centímetros del mio, trague varias veces con dificultad al sentir su mirada intensa sobre mí. —Te quedo perfecto —Dijo en tono grueso —¿Segura que quieres ir? —¿Te estas a
Me aterraba ver como pasaban lo días, parecia como si me restragaran en la cara como mi vida pasada frente y a mis ojos y yo solo estaba allí, muriéndome por salir, conocer personas o tan solo ir a una cafetería a tomar un latte, pero no solo me tocaba imaginarlo. Las clases ya habían empezado, y allí mientras el profesor impartia su clase yo estaba lejana en mis pensamientos, tomando nota pero no prestando atención. —Voy hacerte un examen rápido cuando el profesor termine la clase —Bastián me susurro a mis espaldas. —¿Que haces aquí? —Cuestione en tono bajo. —Supervisando que todo se esté haciendo como debe —Dejo algunos documentos en la mesa, al igual que correspondencia. No respondi nada, fije mi vista en el monitor terminande de tomar notas mientras lo veía acomodar platos y vasos, y de pronto mi nariz se lleno con un olor agradable que despertó mi estómago qué empezó gruñir exgiendo probar. El profesor despidió su clase no sin antes recordar la tarea asignada, poca at
Pase el resto del día pensando en aquellos mensajes y me debati en sí debía decirle a Bastián o no, por algún motivo alguien quería que yo supiera aquella historia de su vida que él se negaba a contar de hecho nunca hablaba de sus padres. Mas jóvenes cuando teníamos una mejor relación solo decía que eran su pasado y sencillamente se aislada, no soportaba su sola mención y no creo que ahora sea diferente, entonces con ansias de saber prefería callar, e ignorar los correos al menos por ahora o hasta que logrará saber que querían conseguir de mi con eso. La noche llego otra vez y con ella la llegada de Bastián, al verlo entrar por la puerta recordé la nota en la revista y sí debía decir que lucia imponente, atractivo y sobretodo un completo misterio, su seriedad y la arrogancia en su actuar te hacían sentir un poco cohibida pera al mismo tiempo cautivada. Su porte y lo bien que el traje de vestir se amoldaba a su cuerpo era un deleite y sobre todo sabiendo que bajo esa tela habían
Karina Después de desahogarme, me puse de pies limpie la habitación, hice algo de comer y empecé a investigar universidades en la que pudiera inscribirme. Era mejor encontrar algo que llamara mi atención a qué Bastian escogiera lo que él quisiera, conociéndolo sería la carrera más dificil. En medio de mi búsqueda una imagen de Bastián apareció en la pantalla de la laptop. Era la portaba de una revista en donde mostraba una reseña de su trayectoria, lo llamaban "El despiadado de los litigios". Hacian relevancia a su actitud fría y sin importacia al entrar en el juicio, era el abogado mejor pagado y más buscado por cualquier que pudiera darse el lujo de pagar sus honorario. Un Hombre éxitoso, guapo y sobretodo soltero —Sonreí al leer lo último— Según la que redacto la nota la futura señora James debería ser una mujer igual de exitosa qué el y sobre todos llenar los altos estándares que según ella Bastian tenía a la hora de escoger una conquista. Di clip y seguí leyendo lo que p
Karina pensó en pedirle que se detuviera, pero sería mentirse a si misma, entre ellos habían una atracción tan fuerte que aquel comportamiento solo era la fachada que usaban para negar aceptar que aquella noche había dejado huella sen ambos. Bastián había estado con infinidades de mujeres pero ninguna lo había hecho enseriar por el simple hecho de que la única que había provocado algo en él era prohibida, aparte de que a su concepto lo había usado para safarse del compromiso y Karina con todo y su rebeldía y su renuncia a estar encerrada no había estado con más hombres después de Bastian por temor a volver a sufrir, aparte de que tampoco era que podía tener contactos con chicos de su edad para entablar una relación y las veces que lograba escaparse había mucho por hacer que encerrarse a tener sexo, digamos que en su vida aquello no era prioridad. Los labios de Bastián seguían recorriendo su cuerpo, la chupaba y mordía sin reservas, sus ojos observaban fijos lo de Karina qué jadeab
El regreso a Nueva York fue rápido, no hicieron solo firmar el acta de matrimonio y en ese instante Bastian la hizo subir al auto y de allí directo al aeropuerto. La molestia en Bastian eran tan visible que Karina a su lado trataba de no hacer ruido ni siquiera al respirar, estaba aterrada, Bastian nunca le había causado mi miedo pero ahora sentía pavor, sabía que en cualquier momento el explotaria y ella sería la que recibiera toda su rabia. En parte tenía la culpa, dijo algo que ambos se habían guardado por años y aunque nunca había hecho el acuerdo de no decirlo fue más que obvio por cómo se dieron las cosas que ese era un secreto el cual era prohibido decir. Al llegar al departamento de Bastián escuchó como la puerta fue azotada tras ella, cerro los ojos y pidió poder salir ilesa, antes de poder voltear a enfrentar la mano de Bastián tomo su brazo y la giro con fuerza. —Así esperas que tenga fe en ti —La respiración de Bastián salía entrecortada, un mirada perversa se ref
Bastian salió a toda prisa para encontrase con Karina de rodillas en el suelo y el arma tirada a un lado de ella. Sin perder tiempo se acercó y tomo el arma mientras respiraba aliviado, aunque la habia dejado allí, no espero que ella se atrevería a usarla, se regaño mentalmente por eso, por muy enojas que estuviera aquellas eran cosas que no debía hacer. —Levantate Karina —Le dijo después de ver que seguía en la misma posición entre sollozos. La verdad es que nunca la había visto llorar, ella siempre actuaba como si nada le importara, como si todo le daba igual, pero ahora tenía de rodilla frente a él una Karina qué nunca se había mostrado ante él. —No me hagas volver Bastian, prometo no volver hacer algo arriesgado —Soltó con pesar mientras se incorporaba y lo veía a los ojos. —No creo en nada de lo que dices, no es la primera vez que prometes algo así y vuelves fallar, yo no voy a cargar con eso ya te lo dije. —Tal vez si no insistieran en mantenerme encerrada todo el tie