Mientras que Anna vivía su mejor momento en el amor, Santino se encontraba a las afueras de la ciudad sentado sobre el capó del auto, a su lado estaba Greta.
Luego de la pelea con Nico se deshizo de los hombres que lo acompañaban, él fue quien condujo hasta aquel lugar, Greta lo observaba a través del rabillo del ojo, mientras que él daba fuertes y largas bocanadas a su cigarro.
—¿Ya te sientes mejor?... No soy tu niñera, si pretendes quedarte en este lugar hasta que caiga la noche entonces me iré, suerte con tus problemas —dijo Greta luego de haber pasado un largo momento en silencio a su lado.
—Vete, eres libre de hacer lo que se te plazca —respondió Santino entre gruñidos.
—Como lo supuse, solo eres un arrogante y grosero que no es capaz de valorar lo que tiene a su alrededor —espetó Greta y molesta se retiró.
Santino no le brindó importancia a aquel comentario, simplemente continuó disfrutando de su cigarro, la única preocupación que había en su cabeza era lo que sucedería cuan