Leonardo llevó a Elena a un lujoso y reconocido restaurante, en su cara se podía notar la ausencia de su hija, él la trataba de manera especial.
—Amor, quiero que esta noche sea especial, nuestra hija está en mejores manos, solo piensa, si ella estuviera pasando por malos momentos ya estaría de regreso, no podemos vivir lamentándo el resto de nuestras vidas, ella escogió su camino y ya es hora de rehacer el nuestro.
—Lo sé, en verdad quisiera poder corresponder a ti, pero una presión en el pecho no deja que pueda estar tranquila, siento miedo de que algo malo le suceda a nuestros hijos.
—Cariño, nuestros hijos ya están grandes, ellos saben defenderse, es hora de preocuparnos por nosotros, de hacer que nuestra relación florezca nuevamente, el motivo de esta cena es porque quiero que te sientas viva nuevamente.
»A partir de ahora me encargaré de hacer que tu hermosa sonrisa regrese a tu rostro, y que vivamos hasta el último minuto de nuestras vidas disfrutando del amor —Leonardo tiró e