Meses más tarde.
A pesar de la guerra que se está viviendo entre Leonardo contra la familia Fiorentini y su propio padre, en el interior de la propiedad todo se encontraba decorado de manera festiva.
La mesa estaba preparada en el patio trasero, el pastel era el centro de atención, en aquel día se celebraba el primer año de los gemelos, motivo suficiente para celebrarlo.
El rostro de Leonardo se veía diferente, aquellos enfrentamientos con sus enemigos había hecho que los días fueran caóticos, Elena se acercó y lo tomó del brazo, recostó la cabeza sobre su hombro mientras que juntos observaban a sus hijos comiendo pastel.
Luego de aquella actitud repugnante y odiosa por parte de Marco en contra de Elena y de su embarazo, ahora se había convertido en un buen padre y el abuelo del año, todos los días compartía con sus nietos siendo su mejor pase a tiempo.
—Eres un gran hombre Leonardo, no han sido los mejores meses, pero has estado al frente de todo, te has encargado de que nada nos