Confianza y caos
La lluvia había cedido en Manhattan, dejando un cielo despejado que reflejaba las luces de la ciudad en los ventanales del penthouse del Upper West Side. Sophie y Logan Belmont estaban en el salón, los trillizos —Liam, Noah y Alex— ya dormidos tras una tarde de juegos supervisados por Julia. La tensión de las últimas semanas —la filtración de datos de la Fundación Renacer, las mentiras de Cassandra y el estallido telequinético de Liam— había puesto a prueba su matrimonio, pero también había reavivado su amor, un faro en medio del caos de sus roles como empresarios y padres. Esta noche, sin embargo, una conversación pendiente amenazaba con abrir nuevas grietas, mientras Cassandra, con su ambición implacable, planeaba un movimiento que podía fracturarlos para siempre.
Sophie, sentada en el sofá con una manta sobre las piernas, miraba a Logan, que revisaba documentos de Belmont Holdings en la mesa del comedor. La gala benéfica organizada por Cassandra había recaudado mil