Capítulo veintitrés. Cada día me gustas más
Lily estaba viviendo como en un sueño. Llevaba dos días en los que se había olvidado de los problemas, de aquel mensaje y de todas las advertencias de su madre sobre lo errado de su decisión respecto a irse a vivir con Athos y ponerle en brazos a un bebe que según su opinión, debían proteger ambos y estar juntos no ayudaba.
Muy a pesar de eso la muchacha estaba en la gloria con su marido y su hijo.
Sí, un día después de haber enviado los datos al ayuntamiento la pareja se casó sin más invitados que los testigos civiles que ponía en mismo sitio y el juez que los casó.
Luego de convertirse en la esposa de Athos Stratos los problemas de su apellidos se volvieron una sombra de su pasado. Ella le dijo a su marido que solo usaba el apellido de su madre y que así quería que se llamara su hijo: Nyan Stratos Anderson. En su caso prefirió mantener junto a su nombre el apellido de su marido y así borrar de su vida todo vínculo con la anterior.