Azucena.
Ares.
Habían pasado cuatrocientos años, seis meses y cinco días, pero para mí era como si todo acabara de suceder.
Los padres de Magnus amaban a su manada y le habían inculcado a él y a su pequeña hermana Lara, el deber que tenían con cada uno de nuestro habitante.
Cuando Magnus cumplió su mayoría de edad y se transformó por primera vez, nos conocimos. La verdad fue que conectamos de inmediato.
Desde ese día iniciamos con nuestro entrenamiento para ser los futuros alfas de la manada Luna Negra. Asimismo, nosotros mismos disfrutamos de todas las lobas que quisimos, ya que nuestra compañera no había aparecido.
Diez años después, una linda chica regresó a la manada después de haber pasado doce años en el extranjero rodeada por los humanos.
Azucena era una linda chica de veinticinco años, que había sido criada por sus abuelos maternos después de la muerte de su madre en batalla.
Había regresado a cuidar de su padre, quien había caído enfermo.
Apenas sus pies tocaron la manada, pude sentir