Hiz nació en un mundo creado por jerarquías y niveles sociales. Condenada desde el nacimiento a servir a otras personas, desde muy joven trabaja como camarera en un hotel. Un día, al hotel llega Dober Momson, el segundo hombre más importante del planeta y que pronto será el más poderoso de todos. Socilita que sea únicamente Hiz quien lo atienda. Se rumora que Dober es un hombre despiadado, cruel y no titubea en asesinar, sin embargo, todos saben que si ganan la protección de este hombre tan importante, ganarán grandes beneficios. Y esto sucede con Hiz, Dober Momson le ha dicho que hará todo lo que ella desee, pero tiene un costo, debe convertirse en su esposa.
Leer másEl planeta ha sido dividido desde sus comienzos, todas las personas se agrupan por la marca con la que han nacido en su cuello, ésta les daba una habilidad que compartían todos los de esa misma marca.
Así, poco a poco se crearon las razas, agrandándose a medida que el trabajo en equipo les hacía ganar terreno entre las otras. Comenzando a edificar imperios que se querían elevar por encima de las demás.
La civilización más poderosa eran los Plumas, que lograban mover la materia a su antojo, tanto así era su poder que podían dominar a las demás marcas, haciéndolos sus súbditos.
Pero los de riqueza eran los Diamantes, que, aparte de tener esta marca en su cuello, también residían en un terreno lleno de abundancia mineral. Además, su fuerza física los hacía ingobernables, los únicos que lograban compararse con los Pluma.
Los Trébol les seguían al ser capaces de envenenar a una persona si así lo querían y lograban contacto físico con su objetivo. Podrían ser los líderes del planeta, pero solían ser pacíficos y no les gustaba la atención. Ellos preferían ocultarse en grandes bosques, así que, se volvieron sabios con la naturaleza y vivieron en equilibrio con ella. Los Plumas los respetaban y poco a poco se volvieron sus consejeros, los que acompañaban a los grandes mandatarios de los Plumas y les ayudaban a tomar decisiones. También dominaban el arte de la medicina y los que encontraban la cura a enfermedades.
Después de estas tres marcas las demás eran muchas y poco interesantes, las que no sobresalían, pero tampoco las consideraban insignificantes. Como los Triángulos, que eran personas analíticas, capaces de crear lo que ellos consideraban “arte tecnológico” con lo que fuera materia. Eran débiles, tímidos, pero sabían ingeniárselas al servirles con toda benevolencia a los Plumas y Diamantes.
Así le seguían las demás marcas, las que no eran muchas personas, las que se cuidaban para que no fueran extintas.
Y… después de todas estas estaban los Infinitos. Los llamados “esclavos”, los que sólo servían para recibir mandos. Los pobres. Los sin habilidad. Los que vivían en aldeas y a los que las demás marcas no soportaban y pasaban por encima de ellos.
Cuando un bebé nacía y revisaban su marca en el cuello, entre los Infinitos había una ley que dejaba a la decisión de los padres el quitarle la vida, ya que no querían que aquella vida sufriera el infierno de ser un Infinito.
La madre de Hiz no tuvo corazón para asesinar a su hija y la dejó crecer. Algo que Hiz hasta tener la madurez suficiente para razonar no supo si fue una buena decisión.
¡Hola querido lector! Mil gracias por llegar hasta aquí y darle una oportunidad a mi libro “Atrapada en el infinito”.Realmente ¡amo! Este libro, me fascinó escribirlo y estoy super ansiosa porque justamente esta noche, mientras me acabo de tomar un delicioso té de albahaca para poder aguantar estas muchísimas horas de escritura ¡por fin pude escribir ese “fin” en el libro!Sin duda alguna “Atrapada en el infinito” es uno de mis libros que más me costó escribir, porque necesitaba muchísimas horas para pensarlo. Y es que llegué a quedarme hasta altas horas de la noche, escuchando música de Sia, Imagine Dragons y muchos más cantantes que tienen música que me fascina y me transportan a este mundo lleno de marcas e inteligentes estrategas.Nunca pensé que los personajes de Hiz con su carácter regio y a la vez amorosa; Dober
—Solo debes mirar la manzana y pensar que quieres que sea invisible.Estaban en un gran salón con piso de madera oscura, en las esquinas del gran salón había varios niños mayores que Kilian practicando todo tipo de cosas, algunos botaban fuego de sus manos, otros trataban de volar, y en el centro estaban ellos. Todos los conocían: a él, por ser el mejor de la clase y a Arlet por ser la niña que siempre se metía en problemas, y claro, ahora también era la practicante más joven.Arlet estuvo un momento mirando la manzana y después le dio un mordisco.—Delicioso —balbuceó Arlet mientras masticaba la manzana en su boca.—Bueno, mientras no te metas en problemas —Kilian se apartó de la niña y llegó a un grupo de chicos, que al verlo, empezaron a hablar con él.Arlet le encantaba ver como Kilian entrenaba, ese d&ia
—Magnus fue un perro que vivió aquí cuando yo era solo un niño —informó Dober, con una gran sonrisa—. Pero eso fue hace más de veinte años, es imposible que siga con vida.Vieron que el doctor Ramson apareció por el patio y se acercó a ellos, saludando a las chicas.—Doctor, ¿dónde estuvo estas dos semanas? —preguntó Dober—. ¿A dónde se fue? Lo estuve llamando.—Dober, no soy tu esclavo, merecía unas vacaciones —respondió y se acercó para saludar a Hiz con un beso en la mejilla.Dane se estaba acercando a la sala y se detuvo en seco, al notar que el doctor Ramson tenía los mismos ojos verde esmeralda de Magnus y le transmitía la misma aura.Parpadeó dos veces y sacudió aquellas ideas extrañas de su cabeza.—¡Es su perro, doctor! —in
Hablaba, el monstruo hablaba.Dane soltó un enorme grito de horror y brincó en su puesto.En su afán por salir de lo que estaba viviendo, rodó su mirada hasta la puerta del patio, corrió hasta ella y con las manos temblorosas, logró abrirla con la llave.Salió corriendo como si su vida dependiera de ello.Se adentró al bosque y en una de esas, en la inmensa oscuridad, tropezó con algo y cayó cuesta abajo, golpeándose con todo su cuerpo.Perdió la conciencia.—¿Le hablaste? —escuchó una voz en lo más profundo de sus pensamientos.—Quería explicarle —respondió la voz de un hombre.—Creo que eso suena más terrorífico aún —dijo otra voz, también era de un hombre.Dane intentaba despertarse, pero no podía. Forcejeaba con su cuerpo para pod
Era como regresar de cierta forma a su infancia, donde pasaba largas horas en el bosque.Tal vez Dober tenía razón y el mudarse por un tiempo a la casa del bosque era buena idea, para que pudiera relajarse.Después, cuando las mujeres se despertaron, llamaron a Hiz para que desayunara y se sorprendieron al verla despeinada, con el vestido algo sucio y el rostro acalorado por la larga caminata.—¿Qué estabas haciendo? —preguntó Dane, con el pocillo de café en una mano, paralizada por ver a su amiga en aquellas fachas.—Ah, estaba paseando por el bosque con Magnus —respondió Hiz, sentándose a la mesa y comenzando a tomar una taza de leche caliente—. Ah, está muy rica.A su madre le tranquilizó que Hiz estuviera de mejor semblante. La única que seguía preocupándole era Anny, que se había vuelto muy callada desde la mue
En la casa cerca del bosque estaban depositados todos los recuerdos de Dober cuando era solo un niño y el doctor Ramson lo llevaba allí para que pudiera relajarse. Dober amaba ir allí y jugar con su gran amigo Magnus (un perro).Pero todo acabó cuando su padre se enteró que el chico dejaba de entrenar en vacaciones, lo obligó a hacerlo en su presencia y así, poco a poco, fue dejado de visitar la casa en el bosque.Pero nadie, nunca, llegó a enterarse de aquella casa en el bosque.Pero ahora que su querida unión podría resguardarse allí y poder esperar a que todo aquel caos pasara. Ahora Hiz podría pasar sus días de maternidad sin que su vida o la de su bebé estuvieran en peligro. Ella amaba la naturaleza y esa casa era enorme, rodeada de muchísimos árboles. El patio le daba una enorme vista del bosque y si uno se adentraba al bosque pod&i
Último capítulo