Al día siguiente, el tema en toda la manada fue el cambio físico de Daría.

Todos hablan de lo hermosa y madura que lucía ahora, más de uno deseaba acercarse y obtener de ella aunque sea un mero roce.

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Daría.

Desperté cerca del mediodía, había dormido mucho, así que me sentía llena de energía.

A eso de las tres de la tarde, Lucrecia vino por mi junta a dos amigas más, para salir a dar una vuelta por el centro de la manada.

La verdad era que no estaba acostumbrada a ese tipo de planes, pero tampoco quería perder la oportunidad de relacionarme con los demás.

Así que busqué entre la ropa de mamá algo que pudiera usar. Encontré un lindo vestido floreado, el cual acompañé con unas sandalias de tacón bajo.

El vestido resaltaba mis nuevos atributos, haciendo ver mucho más madura.

Papá nos llevó hasta el centro de la manada prometiendo volver por nosotras en un par de horas. El centro estaba lleno de edificios: centro comercial, discoteca, todo el ambiente estaba lleno del bullicio de la gen