En la casa de Mari, el ambiente estaba completamente animado, Patrick revisaba su computadora portátil, reproduciendo el video una y otra vez.
— “Tranquilo, ya te dije que nuestro bebé está bien, yo lo simule todo…” — Repitió habiendo muecas con satisfacción, mientras que el resto de la familia lo escuchaba.
— ¡Alguien quiere café! — Entró Nicole, la esposa de Patrick, con una bandeja con varias tazas servidas.
— Yo quiero uno… — Exhaló Isabela tomado una taza. — Lo necesito. — Luego se instaló a mirar la pantalla de la computadora en la que trabajaba su hijo.
— Yo también… — Le recibió Patrick al tiempo que le guiñaba un ojo. — Gracias cariño, por eso te amo.
Albert hablaba por teléfono con un abogado y Máximo revisaba algunos documentos junto a Mari.
Ella también tomó una taza de café para mantenerse despierta, después de una madrugada agotadora, la necesitaba, se tomó su tiempo para sorber el líquido mientras que se mantenía en silencio, observando cómo todos hablaban, organi