Tres años después…
La sala principal del centro comunitario estaba llena, había un murmullo suave, periodistas, personalidades conocidas, beneficiados y familia, todos estaban allí para presenciar algo muy importante.
En el fondo del salón, había una tela blanca colgada con el nombre estampado que Mari había escogido semanas atrás:
“NUEVA VIDA. Centro de apoyo para mujeres sobrevivientes”
Nada de logos complicados, ni colores llamativos, solo dos palabras como título y un propósito claro.
Mari estaba sobre el escenario acomodándose la chaqueta beige con las manos temblorosas, no de miedo, ella ya estaba acostumbrada a esto, ruedas de prensa, enfrentar a un gran público, esta vez el nerviosismo era diferente.
Ella estaba a punto de asumir una responsabilidad mucho más grande, ser el pilar de apoyo y supervivencia de muchas mujeres.
— Tranquila… — Murmuró David a su lado, ajustándole el micrófono con una delicadeza que contrastaba con sus dedos siempre firmes. — Te conozco… Estás