Asombro, sorpresa y enojo fue lo que sentí cuando, después de una noche maravillosa, me dejan plantado, desnudo y amarrado, a la cama del cuarto de un hotel. No puedo creer que la hermosa mujer enmascarada que posaba sensualmente para mí en fotos y con la cual me obsesioné, no era tan desconocida como yo pensaba, sino que por más de 10 años, había estado amándome en secreto a mi lado y yo como un tonto, pisoteé día a día, sus sentimientos cruelmente. Pero la vida da muchas vueltas y ahora estoy pagando las consecuencias de mis actos. Ahora es ella, la que tiene mi corazón en sus manos y lo hiere con su indiferencia. No voy a rendirme, he decidido que amo a esa mujer, que voy a pedir perdón, aunque sea a rastras, no importa que yo sea un multimillonario exitoso en los negocios, sin ella, a mi lado, la vida pierde su sentido. Voy a luchar contra todos los obstáculos que estén en nuestra contra, no me detendré hasta entrar de nuevo en su vida, en su corazón y en su cama.
Leer másEstoy muy tranquilo en el mundo de los sueños, cuando una repentina luz, que apuñala mi cerebro, me hace salir a la fuerza de mi merecido descanso.
- ¿Qué diablos?- comienzo a protestar completamente cabreado, porque además de la claridad, escucho un sonido de cajones abriéndose y cerrándose con fuerza, sin la más mínima consideración conmigo, un hombre que se ha pasado la noche entera en un club nocturno bailando y bebiendo y que necesita dormir, de preferencia, todo el día de hoy.
Pero no tengo que abrir los ojos para saber quién es la causante de todo, mi m*****a secretaria, la señorita Monroe, no sé qué inquina personal tiene esa mujer contra mí, pero juro que me odia.
Ya resignado a que no voy a poder dormir, abro finalmente los ojos y me incorporo como puedo, porque el dolor de cabeza me está matando y esta es la principal causa por la que no es bueno beber, no por la salud de tu cuerpo, ni nada de eso, sino porque al otro día, la resaca es horrible. Solo que cuando se te pasa, se te olvida.
No veo a la secretaria Monroe en mi gran cuarto, con estilo industrial y moderno, al igual que todo mi apartamento y yo diría que casi todas las construcciones, aquí en Manhattan, se hacen así, mucho acero, cristal por todas las ventanas y decoraciones simples y atemporales.
Pronto aparece la causante de la mayoría de mis males, sale de mi vestidor, con ese traje gris ejecutivo impecable, su pelo rojo recogido en un rígido moño bajo y sus característicos lentes de montura dorada, a través de los cuales se reflejaban sus ojos verde botella.
Esa actitud de que nunca se equivoca y siempre tiene todo bajo control, la muy santurrona.
- Tiene una reunión importante, hoy a las 11 de la mañana con un potencial socio, así que le sugiero que deje de mirarme con cara de odio y se prepare rápido para ir a la empresa- comienza a decirme de sopetón, sin unos buenos días ni nada, a veces me pregunto quién es el jefe de quién- Ya el traje que puede usar hoy está separado en el vestidor, lo espero afuera, por favor no demore.
- !Buenos días a ti también, secretaria Monroe y gracias por abrir mis cortinas tan amablemente! - le grito a su espalda cuando sale de mi habitación, sin ni siquiera darme la oportunidad de hablar.
Recuerdo que es cierto que hoy tengo una reunión súper importante. No quiero que nadie piense que soy un irresponsable en el trabajo, para nada, no mires esa actitud despreocupada que mantengo durante las noches, en mis momentos de ocio, cuando es tiempo de ser el responsable y exitoso Alan Kingsley, Presidente Ejecutivo de StellarTech Solutions, hago mi trabajo con seriedad y dedicación.
Nuestra empresa es líder en el sector de la tecnología y el software, con su principal cede en Manhattan, New York.
Es muy reconocida por su enfoque innovador y su capacidad, para desarrollar soluciones tecnológicas de vanguardia.
Puedo decir con orgullo que la he hecho crecer y alcanzar un nuevo nivel, después de que mi padre, forzosamente, me la heredó.
Y digo forzosa, porque casi no esperó a que cumpliera los 18 años, para auto jubilarse e irse con mi madre adoptiva, según ellos, a vivir su vida por el mundo.
Ajustándome la corbata, me miro en el espejo, para darme los últimos retoques. Debo decir que me considero un hombre bastante guapo, altura de 1.85 cm, cuerpo no excesivamente fuerte, pero con músculos trabajados y definidos, pelo ondeado castaño oscuro y los ojos color avellana, de mi madre.
Además, joven de 28 años y millonario, creo que en definitiva, estas últimas eran mis mejores ventajas y si no, pregúntales a todas las mujeres que querían trepar a mi cama por el dinero.
Saliendo finalmente de mi habitación, no con mucho ánimo que digamos, porque aún no he tomado nada para el dolor de cabeza y tengo el estómago revuelto, me encuentro con mi secretaria, que le está dando instrucciones al ama de llaves sobre como debe llevar algunas cosas de la casa.
Y sí, la secretaria Monroe, no solo maneja los asuntos de mi empresa, sino que prácticamente tiene más control sobre mi vida, de lo que hubiese tenido la madre que me parió.
Si algo debo decir a su favor, es que es extremadamente talentosa, profesional, hábil y que me conoce a la perfección, porque ha sido la única secretaria que he tenido desde que comencé a dirigir mi compañía.
Ella era un poco mayor que yo, de unos 23 años en aquel momento y no era tan genial cuando empezamos, a como es ahora, pero nunca, en tantos años, ha cometido ningún error imperdonable, así que por eso la aguanto, no me queda de otra.
- En la mesa del comedor está el desayuno- me dice de repente, interrumpiendo un momento su conversación con mi ama de llaves, para luego acto seguido continuar.
Esta es otra de las peculiaridades que me insultan de esta mujer, ella dice lo que quiere decir y punto, se gira a otra cosa, ¿y la respuesta de protesta que tengo que darle?, ¿y el sarcasmo que le tengo preparado?
Solo cuando estamos en la empresa y estoy en modo Presidente Ejecutivo es que se comporta como una verdadera secretaria, el resto del tiempo, hace lo que le venga en ganas.
Voy al comedor y sobre la amplia mesa de cristal y acero negro, para seis personas, encuentro tapado el desayuno con una charola de plata.
No estoy muy convencido de que pueda comer algo, porque mi estómago está muy malito, pero irse sin desayunar no era la idea. Destapo la charola y me encuentro con unos huevos revueltos con vegetales, unas tostadas integrales con aguacate, un batido de piña y frutas frescas cortadas en un plato.
Un desayuno nutritivo, balanceado y ligero. Justo lo que necesito ahora mismo. Al lado agua no muy fría y una pastilla que estoy seguro es para el dolor de cabeza. Y nada, esas son las razones por las cuales la señorita Monroe y yo mantenemos por años, esta relación de amor y odio.
¿Dónde puedo encontrar a una secretaria mejor que ella?, No creo que pueda existir.
Punto de vista de Alan: Durante estos dos meses que han pasado, mi abuela ha hecho uno de sus actos de magia para prepararnos una magnífica boda. La fiesta de compromiso, si se celebró en un ambiente familiar, con algunos amigos míos como Williams y la amiga de Estefanía, Alicia. No podía creer que finalmente esta hermosa y complicada mujer, sería finalmente mía, después de tantos giros del destino. Y hablando de Williams, casi no quiere asistir muy apenado en ver a Estefanía, porque finalmente nunca pudo atrapar a la fotógrafa Rita, ella huyó hasta afuera del país. Solo espero, que de verdad el dinero que sacó por su fechoría, le hubiese servido para concebir el hijo que tanto quería, porque nos enteramos de que había aceptado el soborno, para pagar un costoso tratamiento de fertilidad. Estefanía le dijo que eso ya había pasado, que todo quedaba bien entre ellos y solo, no podía volver a cometer ese error, que pudo habernos costado demasiado. Si tuviese que resumir los aconteci
Resulta que al igual que la Srta. Evans me vigilaba, mi abuela también tenía a alguien monitoreando todos sus pasos. Sospechábamos que en la celebración ella haría su movimiento, porque era el momento oportuno de acercarse a mí y además, con lo desesperada que estaba porque sus padres ya la habían comprometido con el viudo y ella no quería casarse, era su último chance para tramar algo en nuestra contra. Días antes de la fiesta, se reunió con mucha cautela en un bar apartado, con un tipo super sospechoso, hablaron largo tiempo, ella le pasó un sobre blanco y cada cual se fue por su lado. No sabíamos que trato habían hecho, pero estábamos muy alertas. - ¿Esos fueron los días que no me dejabas salir sola y hasta andábamos con más guardaespaldas?- me pregunta Estefanía y asiento. No sabíamos bien que tramaban y al investigar al tipo, resulta que estaba involucrado en la venta clandestina de algunas drogas en clubs nocturnos, donde iban chicos de la alta sociedad. Así que lo mandamos
Punto de vista de Alan: Cuando Estefanía entró en esa habitación donde llevaba uno tiempo esperándola, la quise abrazar para sorprenderla en la oscuridad, pero lo que me encontré fue un susurro de ella diciéndome que tenía mucho mareo y ganas de vomitar. Enseguida pensé, que a pesar de nuestros esfuerzos y de todas las personas que teníamos vigilándola, había sido drogada finalmente. "¿Cómo lo hizo esa m@ldita?", me pregunté, pero ahora no era el momento de las especulaciones. La senté en el mueble de la habitación, le di un poco de agua de la que dejaban preparada sobre la mesita auxiliar y la acompañé al baño donde, realmente, terminó vomitando. Escuchaba en la habitación de al lado, los pasos de la multitud, el estruendo de la puerta y luego el escándalo asombrado de las personas. Imaginaba todo lo que estaba ocurriendo, pero no me importaba, porque mi persona más preciada, estaba entre mis brazos, pálida y débil. Decidí dejarla por unos segundo y salir a buscar a mi abuela,
Punto de vista de la Secretaria Monroe: Me siento totalmente fuera de lugar en esta fiesta de alta alcurnia, acompañando a la Sra. Elba Kingsley y a Alan. Todos me miran un poco raro y algunos, sé que susurran a mi espalda, pero lo que me consuela es que Alan nunca ha soltado su agarre de mi cintura y a todos me presenta como su prometida, hecho que ha dejado a más de una con la boca completamente abierta. ¡Atrás resbalosas, que este hombre ya tiene dueña! La Sra. Kingsley también ha confirmado cuando le preguntaron que nosotros estamos comprometidos, solo que hicimos una reunión familiar y no habíamos tenido oportunidad de anunciarlo al mundo, debido a su enfermedad, de la cual aún se estaba recuperando. Nuestra relación de convivencia en este tiempo ha sido estable, no nos llevamos bien, pero tampoco hemos tenido ninguna diferencia. Sobre todo el hecho de que ahora Mateo está haciendo la rehabilitación en la casa y ella está muy involucrada en todo lo referente al niño, esa pre
Punto de vista de la Secretaria Monroe:Finalmente, está la abuela de Alan aquí en la casa. Como habíamos quedado con anterioridad, ella ocupaba la parte de abajo y nosotros estábamos arriba.Pero era imposible estar siempre encerrados en el cuarto y más cuando el comedor, la cocina y otras instalaciones estaban en la planta baja. Me sentía un poco incómoda cada vez que la veía, pero al final esta era su casa y nosotros somos los intrusos.Todo lo hacía por Mateo, por mantenerlo a como diera lugar a mi lado, porque como estaba previsto, al otro día de estar en la casa la abuela de Alan, llegó el trabajador social y efectivamente, era el señor muy observador y al parecer bien perspicaz.Estábamos sentados en la sala y las manos me sudaban del nerviosismo por todas las preguntas capciosas y con trampas ocultas que nos hacía. Incluso pidió entrevistarse solo con Mateo y luego el niño me dijo que le había preguntado como nos llevábamos Alan y yo, que si dormíamos en el mismo cuarto, como s
Punto de vista de Estefanía:Mi reloj biológico siempre me despierta a la misma hora temprano, todos los días y al igual que siempre, pretendo levantarme para ir a organizar las cosas de la empresa, ya que Alan hoy trae a su abuela de vuelta a la casa.Abro los ojos y ya me voy acostumbrando al nuevo entorno del cuarto, a lo que no estoy acostumbrada es a dormir con Alan en la misma cama y mucho menos, con el estilo de cucharita que tenemos ahora mismo.Alan me está agarrando posesivamente por la cintura y tiene una pierna metida entre las mías. Llevamos unos días durmiendo juntos y hasta ahora se ha estado comportando, pero creo que hoy rompió todas las normas.Intento salir poco a poco de sus brazos sin que se despierte, pero me sorprendo cuando mi trasero roza con algo duro y muy despierto, entre las piernas de Alan.Claro, es normal en los hombres por la mañana, pero no es nada normal que al parecer se sintió estimulado por mi pequeño movimiento y ahora haya apretado más su agarre
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