IV. Propuesta de negocios

- ¿Me estás diciendo que este cuadro es de tu negocio?- le pregunté a Williams con asombro mirando un gigante cuadro colgado en la pared de su estudio personal.

- Sí- afirmó orgulloso- quería que subieras aquí también, porque sabía que te iba a interesar y no solo como comprador, te anuncio que estoy buscando un socio.

- Tendrás que explicarme bien de que va todo esto- le digo mirando de nuevo al cuadro, que cubría gran parte de la pared. En él, se retrataba en colores blanco y negro, predominando más el color negro como de sombras, la imagen de una mujer sentada sobre un hombre, ambos de frente a la cámara.

La mujer delante del hombre, con las piernas totalmente abiertas, sin mostrar al descubierto, su parte más íntima, solo por una delgada tanga de encaje blanco, que llevaba.

Debajo de entre sus nalgas, se podía ver como sobresalía el miembro erecto y duro del hombre que estaba detrás, solo cubierto por la fina tela de la prenda interior masculina.

En el torso, los senos de la mujer casi podían verse, solo estaban tapados sutilmente por el masculino brazo del hombre y la mano, que cubría el pezón izquierdo.

El cuello estilizado y blanco de la modelo estaba estirado hacia arriba, como en señal de que estaba muy excitada por la situación y la barbilla del hombre se podía vislumbrar apoyada en su clavícula, como si la estuviera oliendo o besando.

No se veía la cara de ninguno de los dos, pero toda la imagen evocaba un erotismo y sugerencia increíbles. A veces, lo que no se puede ver totalmente y se queda abierto a la imaginación, es lo que más excita a las personas.

- Este fue un proyecto repentino que se me ocurrió después de visitar Europa, porque allá descubrí un estudio especial de fotografías, más bien encaminado a las fotografías eróticas- comienza a contarme de su nuevo negocio, mientras nos sentamos en la terraza de su habitación a fumar tranquilamente y beber un Johnny Walker, justo lo que necesitaba para tratar mi incipiente dolor de cabeza por la resaca- Aquí nunca he visto esa idea novedosa y creí que podía tener muy buen mercado, sobre todo entra la alta sociedad, tú sabes sobre todo esos sesentones, con mucho dinero y sin nada novedoso en que invertirlo- agrega tomando un sorbo de su bebida.

- Pero, ¿es una fotografía?, porque parece un cuadro, tiene muy buena calidad para ser tan grande- le pregunto

- Sí, es tomada con equipos especiales y muy profesionales, que permiten una excelente resolución y calidad de la imagen para que se pueda ampliar luego- me explica, dándole una calada al cigarrillo.

- Bueno, debo aceptar que este pez ha mordido el anzuelo, así que dime todos los detalles y veo si es factible convertirme en el socio inversor que buscas- le digo, esperando que me ampliara más la información.

- Básicamente, es un estudio discreto, donde solo miembros seleccionados y exclusivos pueden hacer sus pedidos, entenderás que por la índole de las fotos, aunque tengo toda la autorización para operar, no es clandestino ni nada de eso- asegura- pues quiero concentrarme en una minoría que pueda pagar lo que yo quiera pedir por las imágenes. Como puedes ver, no son desnudos, son imágenes artísticas, muy eróticas, con poses sugerentes y sensuales.

Asiento su explicación y creo que este negocio novedoso en la ciudad va a ser muy lucrativo.

- Los modelos, tanto femeninos como masculinos, pueden aplicar con una solicitud y se les evalúa para ver si es el perfil que estamos buscando, también tiene que ver con el pedido de los clientes- me especifica.

- ¿El pedido de los clientes?- le pregunto, por qué suena como a menú de restaurante.

- Sí, generalmente tenemos varias fotografías de muestra, pero uno de los pluses que más está atrayendo potenciales compradores, es que ellos pueden sugerir qué tipo de posiciones quieren que exploren los modelos en las fotos, el grado de ropa a usar y tantos detalles como quiera y que no sobrepase los límites- continúa explicándome- Y digo sugerir, porque aunque tratamos de hacer realidad sus peticiones, tampoco aceptamos cosas descabelladas o que infrinjan lo que los modelos aceptan o no hacer. Obviamente, ante todo firmamos con ellos un acuerdo muy detallado, porque ese tema de los consentimientos es un poco peludo y no quiero a ningún listillo o listilla después, queriéndonos tocar las narices con una demanda. Así que nuestra política es tratar de consentir al cliente, pero nunca jamás se sobrepasan los límites pactados con los modelos.

- Me parece muy bien, veo que has pensado en todo- le respondo terminando mi bebida y tomando una decisión en el acto- entonces amigo mío, todo lo que me dices, suena maravilloso, pero sabes que vista hace fe, así que quisiera ir a ver como funciona todo para tomar mi decisión, pero me tienes casi en el bote- le digo sonriendo y acordamos para quedar en un día que tengamos libre de nuestra apretada agenda, porque él también ayudaba a su padre en su empresa de Diseño y Venta de Joyería exclusiva.

Esa noche me llevé una regañina de mi abuela por no acompañarla a la subasta y haber desaparecido, pero creo que valió la pena. La verdad es que me quedé super intrigado por el negocio que Williams me propuso y no solo como inversor, sino también como cliente, una de sus gigantografías, iba a ser mía.

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