15. Nueva carta para jugar
—¡Gracias, mi amor! —chilló Saphira, contenta al abrir aquella caja de terciopelo—. ¡Está precioso!
Frente al espejo, se colocó el collar de diamantes que él le había regalado. Uno muy hermoso y elegante. Posaba frente al espejo con él puesto mientras Elian la observaba desde la cama.
—Se nota que te gusta mucho —comentó él—. Lo elegí pensando en ti.
—Eres el mejor —se sentó sobre sus piernas y lo besó en los labios—. Cada cumpleaños me llenas de hermosos regalos. Te amo.
—Te lo mereces —le acarició la mejilla, evitando responder a eso último—. Debes guardarlos bien. Es más, llévalos a tu apartamento, así no levantas sospechas de nada. Recuerda que hay nuevos sirvientes, hay miradas por todos lados.
Saphira asintió, emocionada. Era su cumpleaños y Elian le había regalado varios vestidos y un collar de diamantes. Creía que él personalmente se había encargado de todo para complacerla, dándole lo mejor, sin saber que todo había sido escogido por su secretario, ya que él odiaba lidiar con