Inicio / Romance / La venganza de la esposa del CEO / Capítulo: La mirada de una asesina
Capítulo: La mirada de una asesina

Paula sintió que algo dentro de ella se quebraba en mil pedazos, como si la muerte misma la estuviera abrazando por dentro.

Las lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas, pero no era solo tristeza; era un dolor brutal, desgarrador, el tipo de dolor que quema el alma y la deja vacía.

«Él… ¿Está con ella? ¿Acaso… mi esposo también quiere mi muerte?»

La sola idea le revolvió la mente, la volvió loca.

¿Cómo podía ser? ¿Cómo podía alguien a quien amó con tanta intensidad, con tanta fe, convertirse en el verdugo de sus sueños?

Su respiración se aceleró, y un grito ahogado se le atoró en la garganta.

—¡Debemos irnos! —exclamó, su voz quebrada por el miedo—. ¡Estoy en peligro!

La anciana, con ojos llenos de preocupación, la tomó del brazo con fuerza, y juntas comenzaron a caminar apresuradas, como si el mundo estuviera a punto de derrumbarse a su alrededor.

Mientras tanto, Paula no pudo ver la escena que se desataba poco lejos de ahí.

Javier, con el rostro enrojecido por la rabia contenida, empujaba a Alicia lejos de sí.

—¡Basta, Alicia! —le gritó con voz ronca—. ¡Ya te lo dije!

—¡Javier, no me rechaces! —respondió ella, suplicante, con lágrimas que amenazaban con caer—. Te amo… ¿Vas a esperar el amor de una traidora cuando me tienes a mí?

Javier sacudió la cabeza con desesperación, la lucha interna evidente en sus ojos.

—¡Basta! —repitió, como tratando de convencerse a sí mismo—. Ya no creo en nada… solo… no puedo estar contigo. Quiero ver a Paula. Ahora mismo.

Alicia sintió que el suelo se abría bajo sus pies.

El miedo se apoderó de su cuerpo, y por un instante, la esperanza se tornó en desesperación.

En ese instante, Claudio, el amigo inseparable de Javier, apareció de la nada con una noticia que cambiaría todo.

—¡Javier! —exclamó, agitado—. Me enteré de algo terrible…

Javier lo miró con ojos llenos de incertidumbre.

—¿Qué sucede?

—Tu esposa… Paula envió los papeles de divorcio firmados con Felicia —la voz de Claudio se quebró—, y además… ¡Se ha escapado del país con su amante! Lo siento mucho, amigo.

El mundo pareció detenerse para Javier. Sus ojos bajaron lentamente, incapaz de sostener la mirada de Claudio.

Pero lo que no vio fue la mirada cómplice que Claudio lanzó hacia Alicia, quien le devolvía una sonrisa llena de esperanza, como si esa noticia fuera la llave que le abriría las puertas del corazón de Javier para siempre.

Paula y la anciana caminaban con pasos rápidos, casi atropellados.

El corazón de Paula latía desbocado, cada golpe retumbaba en sus oídos como un tambor de guerra, anunciando que el peligro estaba más cerca de lo que podía imaginar.

El aire frío de la tarde parecía cortante, como cuchillas invisibles que rozaban su piel, y la desesperación se apoderaba de cada fibra de su ser.

Ambas sabían que no podían perder ni un segundo más, que debían alejarse cuanto antes, pero justo cuando sus pies buscaban huir por aquella calle estrecha, un sonido familiar y amenazante las paralizó.

Un motor rugió a toda velocidad y, con un movimiento abrupto, un auto oscuro frenó junto a ellas, casi rozándolas.

La ventanilla se abrió de golpe.

Los ojos de Felicia, brillando con un horror que parecía mezcla de furia y desesperación, se clavaron con una intensidad escalofriante en los de Paula.

Fue un instante fugaz, un choque de miradas que pareció durar una eternidad dentro del breve segundo en que sus almas se encontraron en ese espacio diminuto.

Paula sintió que su cuerpo se congelaba, un frío paralizante le atravesaba el pecho y subía hasta la garganta, bloqueándole la voz y acelerando su respiración.

En esos ojos de Felicia vio reflejada la amenaza más oscura, la sombra de un destino cruel que se cernía sobre ella sin piedad.

Sabía, en el fondo más profundo de su ser, que, si esa mujer lograba alcanzarla, ese sería su final.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP