Camino con determinación hacia la oficina de Thane, decidida a discutir el asunto que me ha llevado allí. Al doblar una esquina del pasillo, choco con una figura que viene en sentido contrario. Al levantar la vista, me encuentro con la misma chica que vi en la habitación del Alfa. Me mira con una mezcla de sorpresa y enfado.
—Ten más cuidado —dice con un tono cortante.
Me siento desafiada por su actitud y no me quedo callada.
—¿Y tú no puedes mirar por dónde vas? —respondo con igual dureza.
La tensión entre nosotras se hace palpable en el pasillo. Al mirarla a los ojos, recuerdo su rostro y la reconozco como la chica que estaba en la habitación del Alfa. Una mezcla de curiosidad y desconfianza se apodera de mí.
—No me hables de esa manera —dice con un tono cortante.
Sonrío ligeramente, sin amilanarme.
—No tienes derecho a tratarme como lo hiciste —respondo con igual dureza—Cada quien recibe lo que da. Eso me enseñaron mis padres, y así es como vivo.
La chica me rodea, comenzando a cam