La puerta del estudio se cierra con un clic firme, y de repente, estoy sola en el pasillo con toda nuestra familia. No puedo imaginar otro escenario, mi padre y Thane. Bueno, mi padre y mi esposo solos. La tensión de la situación hace que la garganta se me seque y el corazón se me acelere.
—¿Por qué se encerraron? —pregunto, mi voz es un susurro apenas audible.
Comienzo a caminar de un lado a otro. Mi mente imagina los peores escenarios. A pesar de todo lo que he vivido, la idea de mi padre y mi esposo en un mismo cuarto, solos, sin ningún tipo de comunicación me hace perder la cabeza. Mi corazón late con tanta fuerza que siento el retumbar en mis oídos. Intento calmarme, pero es imposible.
—Tranquila, Amira. —mi hermano Gael me toma del brazo y me detiene—Todo va a estar bien.
Me detengo, pero la ansiedad me supera. Lo miro, y la pregunta se escapa de mis labios sin control.
—¿Por qué mi papá quiso hablar a solas con él? No me dijo nada.
Una risa sarcástica se escapa de los labios de