Kate despertó adolorida, su cuerpo mostraba la secuelas de la droga, su cabeza dolía, su cuerpo también, sintió los brazos protectores de Bastien rodeándola mientras dormía apegado a ella, Kate sonrió y dejó un beso en sus labios, en su cuello.
Buenos días princesa como te sientes
Horrible – Kate susurró, Bastien se sentó y volteó a la mesita de noche, ahí había un jugo de naranja y medicamentos –
Toma, bebe esto.
¿Te sentiste igual después que te drogaron?
No cariño, soy un poco mas fuerte, me sentí peor por el estado en el que te dejé, eso borró cualquier dolor que pudiera sentir. – Bastien la acariciaba dulcemente, ella bebió todo el jugo y luego se abrazó a él –
Gracias por salvarme, como supiste donde estaba.
Lo supuse – Bastien mintió, jamás le diría que su collar con sus iniciales tenía un GPS de rastreo, así siempre la encontraría, pero si ella lo sabía, no lo volvería a usar –
Sé quien es el que me busca
El hijo de Fabio, ¿lo conociste?
Sí, pero no es solo el hijo de Fabio, e