La mejor amiga del alfaES

Mi nombre es Susan, actualmente tengo 16 años y soy miembro de la manada silver moon. En éste momento me encuentro en la cocina de la casa de la manada preparando el desayunó para el alfa Marcó y su familia.

- Susan, ya terminaste el desayunó. Escucho que la señora Deborah me pregunta desde la puerta.

- Ya estoy terminando. Le respondo mientras termino de servir los últimos platos.

Mi padre es un guerrero de bajo nivel y mi madre trabaja en la casa de la manda al igual que yo.

- Ya esta listo, algún día debería enseñarme los protocolos para poner la mesa, así podría ayudarla con eso. Le digo a la señora Deborah para que pueda llevar las bandejas con comida a la mesa.

- Lo pensaré cachorra, te veo en el almuerzo. Se despide mientras sale de la cocina con la bandeja del desayunó.

- La veo mas tardé. Le digo despidiéndome de ella.

Me lavó las manos, me quitó el delantal y me dirijo a mi casa, qué no está muy lejos, ya que al alfa le gusta que los empleados vivan cerca.

Al llegar a casa me cambió y me pongo mi ropa de entrenamiento y me peino mi cabello negro y largo en una cola de caballo, a pesar de ser una simple omega, papá me deja entrenar. Un día, hace un año atrás, me quede ayudando y platicando con la señora Deborah después del desayunó, de camino a casa, al pasar por el área de entrenamiento vi a Cole, el hijo del alfa, y a Vincent, su mejor amigo y futuro beta, entrenar, y les pregunte si podía unirme a ellos en sus entrenamientos, desde que entre a trabajar en la casa de la manada nos llevamos bien y sorprendentemente aceptaron, al que me costó conversar fue a papá.

Me dirijo al área de entrenamiento y en el camino me encuentro con Melissa, otra omega que también trabaja en la casa de la manada.

- Hola Susan, ¿vas al entrenamiento?.

- Si. Le respondo con una enorme sonrisa.

- Rómpete una pierna. Me responde con una sonrisa de lado. Tal vez así te separas por un tiempo del futuro alfa.

- Claro, y tú podrías dejar de husmear en sus cosas cada vez que vas a limpiar su habitación. Le respondo mientras me despido con la mano y sigo mi caminó.

- Ni lo sueñes. Escucho que me grita desde atrás, y yo giro mi cabeza para sacarle la lengua.

Como yo y casi todas las chicas de nuestra edad en la manada Melissa también esta enamorada de Cole, un secreto no muy secreto, ya que todas tenemos algún tipo de pacto silencioso en el que ninguna le hará daño a otra ni saboteara sus planes para acercarse a Cole, ya que sabemos que alguna podría convertirse en su luna y no queremos ser enemigos en un futuro.

Al llegar al campo de entrenamiento Cole y Vincent ya me están esperando.

- Apresúrate a calentar, ¿porqué vienes tarde?. Me pregunta Vincent.

- Me tope con Melissa en el caminó. Le respondo mientras me uno a ellos en el calentamiento.

- ¿Melissa no es la omega que limpia mi habitación?. Pregunta Cole.

- Si, ella misma. Le respondo mientras me distraigo un momento mirándolo.

Cole es un lobo de 17 años, que mide 185cm, con el cabello de un negro profundo, ojos azul claro, una mandíbula marcada y un cuerpo tonificado debido al entrenamiento, ya que al ser el heredero del alfa tiene que lograr ser el más fuerte de la manada.

- Podrías decirle por favor, la próxima vez que la veas, que no le eche tanto perfume a las cartas que me deja en mi habitación. Dice Cole mientras se frota un poco la nuca.

- Por supuesto le respondo, aunque no creo que ella me haga caso. Le digo mientras levantó los hombros.

- ¿Ya podrían dejar de hablar para que empecemos con el entrenamiento?. Pregunta Vincent.

Una hora más tarde terminamos con el entrenamiento y me dirijo a casa para darme una ducha, comer una pequeña refacción y prepararme para ir a hacer el almuerzo en la casa de la manada.

Despues de terminar regresó a casa y me preparó para ir a estudiar, como algo rápido y salgo corriendo para no llegar tardé. Las clases pasan lentamente tortuosas para mi, ya que Cole al ser mayor esta en el último año y solo puedo verlo en la cafetería.

- ¿Que tal te fue en el entrenamiento hoy?. Pregunta Adriana, una de mis amigas mientras caminamos hacia la cafetería.

- Supongo que bien. Le respondo mientras me encojo de hombros. Aunque aun sigue viéndome solo como una amiga.

-¿Alguna novedad que tengas que contarnos hoy?. Pregunta Melissa.

- De hecho si, hoy durante el calentamiento te mencionó.

- ¿En serió?. Me pregunta con una mirada esperanzadora.

-Si, me pidió que te dijera que por favor no le eches tanto perfume a las cartas que le dejas en su habitación.

- Creo que si se acostumbra a mi olor tal vez empiece a gustar de mi y me convierta en luna. Dice mientras se dirije a sentarse con sus amigas.

Adriana y yo como de costumbre nos dirigimos dónde están sentados Cole y Vincet. Adriana a diferencia de todas no está enamorada de Cole, sino de Vincet.

-Hola chicos. Los saludo a ambos mientras tomamos asiento.

-Hola, les trajimos algo para comer. Dice Cole ofreciéndoles unas bandejas con comida. Se que por sus trabajos en la casa de la manada no les da tiempo de almorzar.

Adriana y yo nos quedamos asombrados, esta es la primera vez que hacen algo así.

- Muchas gracias chicos. Les agradecemos a ambos y empezamos a comer.

Tal vez tenga un poco de esperanza, pienso para mi misma.

Y así pasa mi tarde entre clases y hablar de chicos con mis compañeras, al final del día me acuesto en mi cama después de terminar mis tareas con solo un pensamiento en mi cabeza.

Este a sido un lindo día, espero que mañana sea un día muy bueno igual que esté.