PUNTO DE VISTA DE AMALIA
- Madre ¿qué esta pasando?. Pregunté asustada mientras ella me llevaba a la habitación segura. - Están atacando la manada, un grupo grande de renegados, tu padre y tu hermano ya fueron a enfrentarlos. - ¿Ellos estarán bien? - Ellos son grandes guerreros, pero necesito que te quedes aquí. - ¿ Y tú, a donde vas?. - Iré a buscar a los miembros de la manada que no pueden pelear, los traeré aquí para que estén a salvó. - Pero... - Soy su Luna es mi deber protegerlos, quédate aquí, regresare pronto. Mamá se fue, durante unos minutos permanecí sola en esa habitación con el corazón latiendo fuerte, hasta que la puerta se abrió y entraron unas mujeres con niños, y se volvió a cerrar. - ¿Y mi mamá?. Pregunté nerviosa. - Esta peleando, los renegados avanzaron muy rápido, esta intentando traer a salvó a todos los que puede. No dije nada más solo miraba hacia la puerta con angustia, paso el tiempo y la habitación se fue llenando, cuando habían unos 20 lobos, la puerta no volvió a abrirse, pasaron las horas y nadie volvió a entrar... - Deberíamos salir, ya no se escucha nada afuera desde hace un tiempo. Dijo un anciano. - El Alfa ni la Lunano volvió por nosotros, eso significa que perdieron. Dijo una loba joven. - ¿Qué vamos a hacer?... - ¿Y si los renegados siguen afuera?... El pánico empezó a apoderarse de todos, me levante y caminé hacia la puerta, solo un miembro de mi familia podía abrir la puerta, puse mi huella y la puerta se abrió. Sin importarme los gritos de pánico caminé hacia afuera. Salí de la casa de la manada solo para encontrar una masacre, mi madre estaba tirada cerca de la puerta junto a un grupo de personas, supongo que las llevaba a la habitación segura cuando las alcanzaron, mis lágrimas empezaron a correr, nadie había venido a sacarnos porque todos estaban muertos hace horas, caí de rodillas... - Si mi madre se hubiera quedado adentro conmigo, aún estaría viva... es culpa de esos omegas débiles que mi mamá esté muerta ahora, sin ellos, ella no tendría que haber peleado. Después de llorar por horas revise el resto de la manada, nadie había sobrevivido, encontré el cuerpo de mi padre y mi hermano juntos en su forma de lobos, adentró de la casa de la manda todo estaba destruido parece que después del ataque saquearon el lugar. Regresé a la habitación segura, la abrí y me dirigí a las personas que estaban dentro, que se habían negado a salir, sin mis padres y hermano yo era la encargada de la seguridad de los sobrevivientes. - Ya no hay renegados, ya pueden salir, me iré a buscar ayuda a la manada más cercana, pueden venir conmigo o se pueden quedar y hacer lo que quieran. Dije en un tono enojado. - Quemaremos todo lo que queda de la manada junto a los cuerpos de nuestros seres queridos no tenemos tiempo para un funeral, aquí estamos expuestos. Después de prender fuego a toda la manada todos decidieron ir conmigo, ya era de madrugada y la manada más cercana estaba a un par de horas a pie. Caminamos sin descanso hasta que llegamos a la entrada de la manada silver moon, donde unos guardias nos detuvieron. - ¿Quienes son? y ¿Qué hacen aquí? - Buenos días, mi nombre es Amalia Walker hija del Alfa Estefan Walker y quisiera hablar con Alfa Marco. Espere a que contactaran con el alfa y en unos minutos llegó. Le conté lo sucedido y él acepto a darles un hogar a los sobrevivientes y a mi, lo cual le agradecí. Entramos a la manada acompañados de unos guardias y el alfa se adelanto corriendo a alistar las cosas para nuestra llegada. Al llegar a la puerta de la casa de la manda estaba Alfa Marco junto a su hijo Cole, en seguida me sentí extrañamente atraída por él. Él me acompaño a una habitación y me dejo ahí para que me alistara para el desayunó. Llegó una omega a dejarme ropa, a la cual no estaba acostumbrada, aún estaba enojada, aún tenía tantas ganas de destrozar todo por lo que le paso a mis padres y cualquier cosa me hacia explotar, intente contenerme pero al final me la pasé todo el día tratando mal a las omegas, y más a las que se le acercaban a Cole, era obvio lo que querían, y eso solo me hacía enojar más, me ponía muy celosa y entonces lo entendí esta atracción era porque Cole era mi pareja destinada, por eso me volvía loco de celos, pero ¿porque él no podía sentirlo?, escuché que si ambos compañeros son de sangre alfa podían sentir en vínculo antes de cumplir los 18, pero parece que el no lo sentía, solo había una explicación para eso, él ya estaba enamorado de alguien más y eso opacada el débil vínculo que apenas se estaba empezando a formar. Eso me hizo enojar más, Cole pasaba más tiempo con una omega en particular, no entiendo porque las omegas tenían que arruinar mi vida. De repente Susan desapareció de la vida de Cole, lo cual me hizo sumamente feliz pero así como ella Cole desapareció de la mía, ya no me dirigía la palabra y me evitaba, por más que lo intente el se alejó por completo de mí. Una noche decidí ir a buscarlo a su habitación pero no estaba ahí, cerré los ojos y dejé que el vínculo me dijera donde estaba, me guío al área de entrenamiento, al llegar me escondí detrás de una pared, Cole estaba ahí pero no estaba solo... - ...Te prometo que si para tu cumpleaños número 18 yo aún no he encontrado a mi pareja, te convertiré en mi luna y lo que Lucas le ofreció a tus padres yo se los daré. Pero yo soy su compañera, yo soy su Luna, yo ya estoy aquí, como puede prometer algo así... Ya no podía soportarlo más, miraba en rojo, y sin pensar me a balance sobre Susan, golpeándome sin parar y sin piedad, yo tengo sangre alfa por eso yo soy más fuerte. - Basta Amalia déjala... No escuche nada de lo que me gritaba. - Tú eres más fuerte suéltala... - ¿Porqué la golpeas? Cole intentaba detenerme pero no me importaba nada, lo empujaba lejos para que no interviniera. - Jamás te lo perdonaré, te iras de mi manada, aquí jamás serás bienvenida... Cole me grito y me pare en secó, sentí como Vincent me agarraba, él cual no sabia cuando habia llegado, y me alejaba de Susan. Cole fue por Susan y se la llevó cargada, no pude evitar empezar a llorar. - Suéltame... - Tengo que llevarte con el alfa, para que te busque otra manada... - ¡No!.. Empecé a llorar más fuerte sin poder parar durante horas. Esa fue la última vez que vi a Cole...