Camino hacia Sofia con Adriana a la par mía.

- Eh sido yo, mi nombre es Susan trabajo en la cocina de la casa de la manda y entrenó junto Cole y Vincent. Les digo parada enfrente mirando a todas las presentes.

- Las he convocado ya que la hija del alfa de la manada Blue Moon, se está quedando en la casa de la manada ya que su manada fue atacada por renegados, y ella a sido la única sobreviviente de su familia.

- No veo cual es el problema en eso. Dijo Olivia una de las lobas junto a Melissa.

- El problema es que ella al parecer esta interesada en Cole y además menosprecia a las omegas, ella dice que no deberíamos acercarnos a Cole porque somos simples omegas. Les digo a todas las presentes, y escucho como algunas gruñen.

- Es verdad hoy en la mañana fui a dejarle ropa a su habitación y me trató horrible. Dijo Melissa.

- Hoy les gruñó a todas las que nos acercamos a regalarle cosas al alfa mientras paseaban por la manada. Agrego Olivia.

- Bueno si ese es el caso creo que alguna debería ir a hablar con ella y decirle que aquí todas jugamos limpió y sin rencores. Dijo Sofia intentando mantener el orden.

- Dudo mucho que eso funcione, deberíamos mejor tenderla una trampa para alejarla de Cole. Dijo con el ceño fruncido.

- Eso iría en contra de las reglas Susan. Me siento Sofia mientras se acerca más a mi de manera amenazadora.

- Si, pero en teoría ella no forma parte de la manada así que las reglas no se aplican a ella. Intento defenderme.

- Lo más probable es que se vuelva un miembro de la manada, y lo sabes bien, así que las reglas si aplican a ella. Dice Sofia mientras se da la vuelta para dirigirse a las demás.

- Se hará una votación, que levante la mano quien este de acuerdo en que alguien valla a hablar con ella y se continúe con las reglas de las admiradoras de Cole.

Casi todas levantan la mano, a excepción de Melissa, Adriana y yo.

- Bien, por mayoría de votos alguien hablara con ella, y ya que Susan a convocado la reunión creo que ella debería hacerlo, y así damos por terminada la reunión.

A pesar de todo nadie más ve algo malo en Amalia, y ahora estoy obligada a hablar con ella.

Al día siguiente al llegar al entrenamiento me llevé una no muy grata sorpresa.

- Hola chicos. Decidí ignorar a la entrometida de Amalia.

- Amalia nos acompaña hoy en el entrenamiento, aunque lo hará desde las bancas. Dice Cole mientras mira a Amalia con el ceño fruncido.

- ¿Estas enojado con ella?. Le pregunto cuando Amalia se ha ido.

- Bueno en realidad... estoy molesto conmigo mismo, por alguna razón no puedo enojarme con ella, pero se que soy el futuro alfa y mi deber es defender a mi manada, así que haré lo que sea necesario, si no logró hacer que cambie de actitud creo que tendré que pedirle a mi padre que le busque otra manada.

- Es que es tan linda, si tan solo cambiará de actitud... Dijo Cole en un murmullo y después soltó un suspiró.

Y hasta aquí llegaron todas mis esperanzas, fue apenas un murmullo pero estoy segura que escuché bien. Intenté terminar con el entrenamiento sin que se me notará las ganas de llorar.

Decidí no asistir a clases hoy, así que después del almuerzo me quedé en casa y me encerré en mi habitación, se que mis padres me lo perdonarán, tengo una asistencia perfecta en la escuela y les diré que estoy muy cansada por todo el nuevo movimiento que hay en la casa de la manada, o eso pensé.

Después de clases Adriana vino a verme y llore en sus brazos durante una hora hasta que mis padres vinieron.

- A él le gusta Amalia... Dije entre sollozos.

- ya no puedo hacer nada...

- Creí que tendría una oportunidad...

- Podría aceptar a cualquiera de la manada, pero porque tenía que ser esa niña mimada...

Adriana solo dejo que me desahogara y me consoló.

Cuando vinieron mis padres ella tuvo que irse porque ellos al parecer querían hablar conmigo de algo importante.

Nos sentamos en el pequeño comedor, mis padres se sentaron en las sillas frente a mi con caras preocupadas y no pude evitar preocuparme también.

- ¿Qué sucede?. Les pregunte intentando no sonar preocupada.

- No hay manera fácil de decir esto así que seré directo... te expulsaron de la academia. Dijo mi padre un poco molestó.

- ¿QUÉ? ¿PORQUÉ?. No podía creer lo que me estaba diciendo.

- Por tu falta de hoy. Dijo mi madre de manera suave.

- Sabes que tenias que mantener la beca, y para eso no podías faltar ni bajar tus notas. Agregó.

- Creí que se me permitía faltar un par de veces, y yo jamas he faltado a clases. Dije intentando recordar si se me había olvidado o pasado por alto alguna falta, pero yo siempre asistía para poder ver a Cole.

- Se te permite faltar solo con causa justificada, ¿Porqué faltaste hoy?. Dijo mi padre.

- Me encontraba muy cansada por todo el movimiento que ha habido en la casa de la manada. Dije ahora con algo de pena, porque ahora no creo que eso sea suficiente excusa.

- Eso no lo consideran causa suficiente Susan. Dijo mi padre.

- Tendremos que inscribirte de nuevo a tu antigua escuela. Dijo finalmente mi padre.

No pude evitar empezar a llorar, ¿porqué desde que esa loba vino, todos mis planes empezaron a fallar?.

Mi madre se levantó de su asiento y fue a abrazarme.

- Se lo mucho que te gustaba la academia... todavía recuerdo lo mucho que nos insististe para que te inscribieramos. Pero ahora no hay nada que podamos hacer, lo siento cariño pero sin la beca sabes que no podemos pagarlo...

Y así al día siguiente estuve obligada a asistir a una escuela en la que por suerte no se encontraba Amalia... pero por desgracia tampoco se encontraba mi adorado Cole.