Nicola
El golpe vino rápido, directo a mi mandíbula.
Apenas lo vi venir. Tropecé hacia atrás, llevándome una mano al rostro mientras lo miraba, sorprendido, pero aún más enfurecido.
—¿Eso es lo que piensas? —gritó Lorenzo, su voz llena de rabia—. ¿Qué no soy capaz de protegerla? ¿Después de todo lo que hemos vivido juntos?
—¡No eres suficiente! —le respondí, lanzándome sobre él con un puño que golpeó en su estómago.
Se encorvó por un segundo, pero no cayó. Le tomó poco tiempo recuperarse. Pero cuando lo hizo, me devolvió el golpe con todas sus fuerzas.
Nos enredados en una pelea que ninguno de los dos estaba dispuesto a perder.
Shadow se levantó de un salto, intentando separarnos.
—¡Basta ya, maldita sea! —gritó, separándonos a ambos con fuerza—. ¡¿En qué demonios están pensando?!
Nos miramos, respirando con dificultad, ambos con los puños levantados pero sin dar el siguiente golpe. Mi pecho subía y bajaba con fuerza, y mi mente aún estaba nublada por la furia.
—¿Eso es todo para ti?