Sienna Se encontraba en un dilema, sabiendo que la revelación de la verdad era inevitable, pero no en ese preciso instante. Esa noche, era en la que finalmente pensaba en dejar de resistirse y abrazar una felicidad que había rehuido, no era el momento para que todo se arruinara por ese secreto, ni tampoco deseaba alejarse de nuevo para poner en riesgo, otra vez, la vida de Leonard.
En ese momento, mientras Leo acariciaba su rostro centímetro a centímetro, y mientras el hilo se anudaba en sus dedos como delicada seda, su corazón iba a todo galope golpeando su pecho con tanta fuerza, que pensó que iba a salírsele del pecho.
— Sienna, no tenemos que hacer esto esta noche — él Le susurró tiernamente al oído — Estás cansada y, con todo esto de Ethan…
La rubia levantó el rostro y busco sus ojos dorados y hermosos y se fundió en ellos.
— Al c