Capitulo 4

Salvatore Mancini

—¡Salvatore!---alza la voz Matteo, llamando por completo mi atención. 

—¿Por qué carajos me gritas?---espeto molesto. 

—Porque llevo diciendo por diez minutos que el club Insomnia está teniendo perdida de dinero—responde ya cansado—. ¿Qué carajos te sucede? Estás más allá que aquí. 

—Nada—gruño

—¿Qué? ¿La vida de casado ya te tiene amargado? 

—No es eso—respondo mientras me sirvo un vaso de Whisky—. Es Giulia.

—¿Qué? ¿Acaso no te satisface lo suficiente?

—No—gruño nuevamente—. Es solo que, ella no es como la solían describir. Tu mismo oíste como decían que Giulia era la hija que toda familia desea tener. Obediente, respetuosa y entre mas cosas, pero estos dos días me ha demostrado que no es así. Es todo lo contrario, Matteo. 

—¿Todo lo contrario? 

—Si, es rebelde, contestadora, no le gusta seguir órdenes y jodidamente desafiante. Cada vez que puede me desafía provocando que la sangre me hierva por dentro. Hasta me estoy preguntando cómo pude aceptar un matrimonio sin antes haberla conocido. 

—¿Te estás arrepintiendo a dos días de haberte casado? ¿Sabes que es imposible divorciarte de ella? Por más que hayan pasado dos días de la boda. 

—No me arrepiento de nada, solo estoy sorprendido en donde he caído. Un matrimonio donde mi joven esposa es todo lo contrario a una mujer de nuestra organización. Giulia era descrita como la mujer perfecta de nuestra organización, una mujer que todo hombre desea tener, pero que terminó mostrando su verdadero rostro. 

Matteo bebe de su vaso de Ron y me mira fijamente mientras que yo movía lentamente mi vaso, revolviendo el líquido de su interior. 

—¿Qué hay de Vittorio? 

—Se le ha visto mucho en una clínica privada en el centro de la ciudad. Creo que su esposa, Rosalie, nuevamente debe estar embarazada. Quizás sea un embarazo riesgoso, porque ha estado pagando millones a médicos especializados.

—Un embarazo en la edad de Rosalie es riesgoso… Pero bueno, es decisión de Vittorio. Sigue vigilando, se que oculta algo más. 

—Creo lo mismo, en tu boda se veía jodidamente nervioso y preocupado, como si no quisiéramos que nos enteraramos de algo. Vittorio puede ser bueno en su puesto de trabajo, pero hay algo que te está ocultando. 

—¿Crees que nos haya traicionado?---pregunto

—No, no lo creo. Vittorio es demasiado listo como para no hacerlo. Sabe perfectamente que estaría muerto desde el primer minuto que lo haga… Es algo más, ¿Sabes? Como una verdad que puede cambiar el rumbo de todo. 

—¿Qué sabemos de Giulia?---pregunto interesado

—¿En verdad quieres investigar a tu propia esposa? 

—No es investigar. 

—Sabemos lo que todo el mundo sabe, Salvatore. Es la mujer perfecta de nuestra organización. 

Relamo mis labios mientras que acercaba mi vaso a mis labios.

—Lo mejor que puedes hacer, amigo mío, es conocer a tu esposa, después de todo, ella será la mujer que esté a tu lado el resto de tu vida. 

—Como si fuera tan fácil. 

—Es cosa de intentarlo, Salvatore. 

—No es fácil. Giulia es una mujer difícil de tratar. 

—Solo intentalo, Salvatore. Es tu esposa. 

°°°°°°°

Isabella Romano

—¿Pueden esperarme aquí? 

—Tenemos órdenes de no dejarla sola, señora Mancini. 

—Me llamo Is…—callo de golpe y mi guardaespaldas me da una mirada extrañada—. Es Giulia, solo Giulia. 

—Lo siento, no puedo tutear. 

—Salvatore no se va a enterar—le prometo. 

—Okey, seño… Giulia—se corrige al ver mi dura mirada—. Peor aun así no podemos dejarla sola. 

—Tengo una consulta médica sobre mi salud como mujer, ¿En verdad quieren entrar ahí y escuchar todo eso? 

Los cuatro guardaespaldas se ven entre sí y luego asienten. 

—Está bien… Puede ir sola, pero estaremos esperándola aquí y cualquier sospecha, iremos por usted. 

—Gracias. 

Camino hacia el pasillo donde estaba la habitación de mi hermana, toco antes de entrar y cuando finalmente estoy dentro, veo a mis padres frente a la cama de mi hermana Giulia. 

Mi padre se voltea a verme y sus ojos se abren de golpe por el asombro. Mi madre solo sostiene la mano de mi hermana, que estaba acostada en la camilla conectada a una serie de cables y un tubo en su boca que le brindaba oxígeno. 

—¿Qué haces aquí, Isabella?---pregunta mi padre

—Vine a ver como estaba Giulia. 

—Nos estas exponiendo—trata de no alzar la voz 

—Necesito saber como está mi hermana, padre. ¿Hay noticias de su recuperación? 

—Sigue igual que ayer—susurra mi madre. 

—¿No hay respuestas de cuando pueda despertar?

Mi madre niega soltando un sollozo y yo solo cierro mis ojos ante la idea de que aún no tuviera una fecha de término esta maldita mentira. ¿Cuando despertara para que pudiera volver a mi vida? 

—Estamos buscando una tercera opinión… Tiene que haber una opción de despertarla. 

—Yo creo que debemos de decirle la verdad al señor Mancini—insisto mirando a mi padre. 

—Ni siquiera lo pienses, Isabella. Si haces eso, estamos muertos.

—Merece saber que su verdadera esposa está en un maldito coma. Yo no puedo con esta mentira, lo terminará descubriendo después de todo. 

—No lo hará porque tú seguirás siendo Giulia hasta que ella despierte. No puedes permitir que la familia muera, Isabella. 

—¿Ha pasado algo entre ustedes en estos días?---pregunta mi madre llamando mi atención 

—Si te refieres a que si folle con el. No madre, no lo permiti—respondo bruscamente.

—Y debe de seguir así, recuerda que esta vida no es la tuya, sino la de Giulia. 

—Se perfectamente que esta no es mi vida, por esa razón necesito que Giulia despierte para volver a la mía antes que el señor Mancini se de cuenta de lo que está pasando. 

—Por eso debes de actuar como Giulia, porque apenas note que no eres Giulia, estaremos muertos. Ahora, vete a casa antes que Salvatore sospeche de algo. 

Le doy una última mirada a mi hermana gemela antes de abandonar la habitación de la clínica. Camino hasta encontrarme con mis guardaespaldas y estos me siguen hasta la salida de la clínica. Subimos al auto que me fue asignado para moverme por la ciudad. 

—¿A dónde vamos, señora Mancini?

—Al pent-house—respondo incómoda por usar el apellido de Salvatore. 

Es esposo de Giulia, no tuyo. Solo debes fingir ser Giulia.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP