24. Perdón silencioso
POV : Tercera persona
Lisseth caminaba de un lado a otro de la habitación, la mente atrapada en un torbellino de pensamientos que no lograba calmar. Cada paso que daba era como un latido más fuerte de su propio caos interno.
La propuesta de Danrrique seguía retumbando en su mente, como una sombra que no la dejaba respirar.
El intercambio de la memoria por un futuro lleno de traiciones, el horror de saber que había hecho un trato con el hombre que había destruido su vida, y sobre todo, la revelación de que el padre de Alejandro estaba detrás de la muerte de su madre… todo eso la carcomía por dentro.
No podía procesarlo. No podía asimilarlo. La rabia, el miedo, la culpa se mezclaban en su interior, como un veneno que no podía expulsar.
Cada vez que pensaba en su madre, en lo que había perdido, sentía que la vida se le escapaba entre los dedos. Había llegado a un punto sin retorno, y todo lo que había hecho, todo lo que había soportado, parecía carecer de sentido. ¿Qué se suponía