34. Mentira letal
POV: Alejandro Montenegro
Daba vueltas en la cama sin poder pegar un solo ojo. El techo era lo único que veía, pero en mi cabeza… solo estaba ella.
Lisseth.
Maldita sea, ¿por qué no podía sacarla de mi mente?
Intenté no pensar, intenté dejar de verla... pero era inútil. Cerraba los ojos y ahí estaba su rostro. Sus ojos tristes. Esa forma tan suya de morderse el labio cuando quería evitar llorar.
Y también veía otra imagen... una que me destrozaba por dentro.
Su voz hablando con otro. En el jardín. A escondidas. Ese maldito hombre tocándola, susurrándole cosas. Ese recuerdo me quemaba el alma. Me llenaba de celos. De rabia. De un asco que no sabía si era hacia ella… o hacia mí mismo por sentirme así.
¿Pero por qué?
¿Por qué demonios me dolía tanto?
Se supone que es mi enemiga… ¿no?
Eso me repetía una y otra vez. Pero entonces venían otras imágenes, como bofetadas que me devolvían a la realidad: Lisseth de azul, con ese vestido que hacía que todo a mi alrededor desapareciera. Lisseth ll