12. Solo un trámite

Pasaron días.

No sé cuántos exactamente. Perdí la cuenta después del tercero. Las horas se deshacían en la oscuridad de mi habitación, todas iguales, todas pesadas.

No salí.

No porque no pudiera… sino porque no quise. Porque el simple hecho de abrir la puerta me aterraba más que cualquier encierro.

Pensé en Alejandro.

Pensé en él cada maldito segundo.

En su mirada fría. En su silencio. En esa forma de herirme sin levantar la voz.

Extrañaba su presencia, su manera de ser como si el mundo le perteneciera, incluso ahora, postrado en esa silla que parecía no poder doblegarlo.

Y lo odiaba. Dios, cómo lo odiaba por hacerme sentir así.

Sabía que me había equivocado. Que todo se salió de control.

Fui una idiota. Me lancé sin medir, sin preguntar. Actué sola, como si pudiera cargar con todo, como si aún viviera en guerra.

Y ni siquiera sabía qué había pasado con Renata…

Tampoco es que me importara mucho.

Lo que me importaba era él.

Alejandro.

Y ese silencio que me estaba carcomiendo más que cu
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App