Falta una semana para el matrimonio, Vania tiene todo listo para ese día, incluso la estilista que se hará cargo de peinarla y maquillarla ese día. Mientras que Mateo no dejó que Vania se preocupara de nada más que de verse hermosa para el matrimonio.
Los invitados, el lugar, la música, la comida, incluso el traslado de los padres de Vania para la ocasión, no quiso que su chica se preocupara de nada, porque para él ya suficiente tenía con los estudios como para agregarle algo más.
Los dos están sentados en la sala, mirando la televisión supuestamente, porque están perdidos en un beso bastante candente. Vania está sentada sobre él, Mateo tiene una de sus manos perdida dentro de la blusa de Vania, mientras que ella tiene una perdida por su pantalón.
—Vamos al cuarto —le dice Mateo contra sus labios.
—No creo que lle