Quizás en un tiempo encontraría un trabajo.
Por su parte, Adrien se encargó de que arreglaran el jardín para antes del anochecer y que tuviese lo necesario para poder disfrutar la cena cómodamente; aparte de que existían dos razones ocultas para ello. Primero, quería que Hana pasara su cumpleaños de una forma sencilla, como a la Omega le gustaban las cosas. Segundo, Jade y los demás le pidieron distraerla para prepararle una pequeña fiesta sorpresa.
Mientras caminaban por el jardín, la menor se distrajo observando las estrellas junto a las flores y árboles bien podados. Ambos mantenían cierta distancia, sin querer invadir el espacio personal del otro. La atmósfera silenciosa resultaba ser agradable y Adrien disfrutó de aquel ambiente, no obstante, sintió una piedra pequeña impactar contra su pierna y de inmediato se volteó, buscando al causante. Rápidamente lo localizó;
Gabriel sonreía, haciéndole señas un tanto extrañas pero que pudo entender.
Gabriel se adentró nuevamente a la mansi